Mi crush con Friendfeed

Si antes me tuvieron que aguantar el entusiasmo con twitter, tendrán que hacerlo ahora con Friendfeed. Entiendo que muchos no me entiendan y que lo primero que me digan es que genera mucho ruido, pero precisamente yo volví a él justamente para filtrar ruido.

Friendfeed es un servicio que permite concentrar toda tu actividad online en un sitio, y agregar a las personas de las que te interesa seguir la suya. En mi Friendfeed está todo lo que hago en internet, y aparece reflejado en tiempo (casi) real en el momento en el que lo hago: cuando favoriteo una canción en Last.fm, cuando subo fotos a mi Flickr, cuando tuiteo, cuando escribo este post en este blog, o cuando tumblereo algo, y un largo etcétera.

Claro que al principio es confuso. Claro que hay ruido. Pero ahí entra la maleabilidad de FF, que te permite configurarlo todo. Para mí ese es el secreto entre usar bien FF o infoxicarse y abandonarlo.

Me interesan los tuits de algunas personas, pero no sus gustos musicales. De otros sólo me interesan sus fotos. De otros me interesa todo, pero no en tiempo real porque postean demasiado. De algunos me interesa ver un resumen semanal. Todo eso FF me permite configurarlo a mi gusto y piacere.

Como explicó Bret Taylor en el EBE, FF es una herramienta que adquiere todo su valor cuando permite a los usuarios recibir la información que les resulta más relevante, tanto en cuanto sea por el origen del contenido (la persona o el usuario), el tipo (fotos, actualizaciones de estado, música), e incluso aquéllas cosas que saliendo fuera de estas categorías, debería leerlas porque mis contactos lo han hecho y me las recomiendan.

Qué hizo la diferencia para mí en FF:

  • Grupos: De esta forma puedes clasificar el tipo de contenido que quieres ver por pantalla, tú defines tus categorías, muy útil para seguir uno u otro según el momento o el tiempo que tengas. Cuántas veces le hemos pedido canales a twitter? Aquí están, y los configuras tú y son privados.
  • Conversaciones: FF no sólo te permite seguir sino también valorar los contenidos. Si te gusta algo puedes marcarlo, y tus contactos verán que ha sido valorado por ti. Puedes comentar en cada item posteado, y eso genera conversaciones muy interesantes, incluso con personas a las que no tienes por qué tener agregadas.
  • Tiempo real: La página en tiempo real permite tenerlo abierto y ver las actualizaciones a medida que se producen. Adictivo. En serio.
  • Salas: Grupos públicos donde se juntan contenidos por temáticas. Muy bueno para descubrir noticias.
  • Imaginarios: Esto es muy interesante. Si alguien no está en friendfeed pero quieres seguirlo, creas tú un perfil agregando los rss que tú quieras. Esto es privado, y también puedes hacerlo para seguir temas o cierto tipo de contenidos.
  • Ocultar: Imprescindible función. Con esto ocultas un tipo de contenido de un contacto, y puedes estar actualizado sólo con lo que tú quieras. Ejemplo: Me interesan los post del blog de este usuario, pero sus tweets me aburren. En uno de sus tweets marcas Ocultar otros elementos como éste y solucionado.

Además de todo esto, ahora acaban de sacar versión en español, entre otros idiomas, lo que parece interesante porque incluye la posibilidad de incluir servicios locales, como Menéame.

Punto en contra de FF:

  • Lleva tiempo configurarlo, sí. Sugiero hacer unas personalizaciones mínimas para empezar y luego ir configurándolo con el uso. Cuando aparezca lo que consideras ruido, en ese momento ocúltalo, o clasifica a tu contacto en los diferentes grupos que vayas creando. De otra manera puedes tirarte no una tarde, sino varias semanas.

Creo que FF es de esos servicios que merecen la pena usarlo hasta encontrarles el punto, o al menos intentarlo. Si lo hacen yo estaré por ahí. Hasta que se me pase, o no.

Twitter killed the blogs – NOT

Hace bastante que oigo o leo de vez en cuando la misma cuestión:

«Desde que tuiteo, ya no posteo tan seguido como antes»
«Comparto en greader y en otros sitios y ya no lo pongo en mi blog»
«La gente comenta en mi friendfeed o en twitter y no en mi blog»

¿Twitter devora blogs? El caso más extremo que conozco es Eduo: comparte diariamente cientos de posts en su GReader, tuitea verborrágicamente y comenta en plan compulsivo, haciendo a veces comentarios que exceden largamente en riqueza de contenidos al mismo post. Y sin embargo, desde twitter en adelante su blog ha estado casi abandonado. Hemos charlado de esto mil veces, él le echa la culpa a twitter y a todos los sitios que le permiten compartir. El que hizo Friendfeed debe haber pensado en tipos como él.

Me parece muy interesante el caso de su blog porque es justamente inverso al mío. Twitter llegó a mi vida en un momento en el que mi blog estaba muriendo de aburrimiento. Probablemente era leída, aunque no creo que mucho más que ahora, pero nadie comentaba. Yo tampoco lo hacía, los blogs empezaban a parecerme fríos y lejanos. No encontraba a las personas detrás de los blogs.

Pero llegó Twitter, y me mostró a esas personas, me dijo lo que hacían, lo que comían, lo que se preguntaban, y me dejó responderles, instantáneamente además. Había vida en la blogosfera, al fin y al cabo.

Al tuitear me di cuenta de que no me interesaban las cuentas twitter con más de un 20% de Twitterfeed (automático o manual) porque para eso tenía el lector de feeds, Twitter venía a cumplir otra función para mí. Y al mismo tiempo, los blogs encontraron su lugar, o mejor dicho, las cosas que podía decir y detallar, mis opiniones y mis elaboraciones encontraban su propio espacio en el blog. También allí las discusiones podían ampliarse sin resultar molestas al resto.

Twitter, y ahora también Friendfeed, han traído la instantaneidad de la charla que necesitaban los blogs. Los comentarios sirven, pero no muestran la reacción instantánea a un tema, y sobre todo, no son *el* lugar de la reunión.

Los blogs son nuestra casa, Twitter es la plaza del pueblo, la máquina de café, el pasillo, todo eso, pero por sobre todo es el espacio donde todos estamos al mismo tiempo cuando surge un tema. Es un tema de ritmo. Nos informamos en los blogs y en los medios pero comentamos en Twitter, y luego volvemos a nuestro blog a volcar nuestras reflexiones. Esa movilidad y esa multiplicidad de espacios para la conversación al final creo que termina siendo muy positiva para combinar datos y opiniones y decantar el aluvión informativo de estos tiempos.