Polarización y democracia

Esta semana he estado conversando con María Ramírez, Pablo Simón y Daniel Gascón en «Polarización contra la democracia«, la última de las conversaciones del ciclo Atrévete a pensar, organizado por Penguin Random House y Fundación Telefónica. Una charla a cuatro voces, en la que cabía el Twitter de Musk, mi preocupación por la pérdida de los espacios públicos para debatir, las burbujas de ayer y de hoy y la recomendación de cuidar con quién nos juntamos en los grupos de WhatsApp. Las fotos son de Ricardo Domingo.

Censura en redes sociales 2015-2022

Mapa de censura a redes sociales en el mundo 2015-2022

Los gobiernos de casi uno de cada tres países han censurado redes sociales desde 2015. La excusa es la seguridad, pero los cortes suceden en momentos de protesta social y conflictividad política. Sólo el año pasado se registraron cierres de redes sociales o apagones completos de internet en al menos 17 países, que afectaron a 250 millones de personas en todo el mundo.  Esto ha resultado en la paralización de la comunicación entre millones de ciudadanos en un año de pandemia y zozobra política.

Las redes más censuradas: Facebook, WhatsApp, Twitter

Las plataformas más censuradas desde 2015 según la base de datos del estudio de Surfshark, son Facebook (48), WhatsApp (42), Twitter (38), YouTube (36), Instagram (28), seguidas de otras como Telegram (21), Skype (20) y Messenger (17). El estudio también pudo identificar censura o bloqueos específicos de otras plataformas: Tiktok, Linkedin, Zoom, Tinder, Vimeo, Signal, Snapchat, Viber, Facetime, Duo, y Soundcloud. 

Todos los datos están en este artículo publicado en Newtral el 26/1/2022 [Archive]

La confianza es un puente sin terminar en Kiev

El puente de la foto está sobre el río Dnieper, en Kiev. Empezó a construirse en 1993 y 25 años después sigue sin terminarse. Muchos lo ven como un símbolo de la corrupción política de Ucrania. En este país, justo después de su revolución en 2014, sociedad civil y empresas se unieron para desarrollar un sistema de transparencia en torno al dinero que gasta el gobierno en contratos y compras. 

Si el dinero que gasta nuestro gobierno en contrataciones públicas es de todos, todas las cuentas deberían ser transparentes para los ciudadanos. Deberíamos saber exactamente no sólo quién ganó una licitación, también qué empresas se presentaron, qué oferta se eligió finalmente y cuánto hemos ahorrado. Exactamente esto ha logrado hacer Ucrania, un país que tiene uno de los índices más altos de percepción de corrupción por parte de sus ciudadanos. Lo cuento aquí:  Cómo Ucrania logró poner en marcha su sistema de transparencia en contratos públicos.

 

El 26-J en Twitter: el PP también gana, IU se diluye y Podemos copa el debate

Un estudio realizado por Graphext muestra cómo durante el 26-J se definieron las relaciones entre distintas comunidades y contextos de usuarios en Twitter. 

El mapa pinta conexiones significativas entre las fuerzas políticas y sitúa a los líderes y a cada una de las entidades participantes en la conversación. Las fronteras entre contextos, las relaciones entre entidades y el tamaño y distribución de todos los participantes en la conversación tienen mucho para decirnos. Intentaremos interpretarlo a través de este mapa interactivo que puedes explorar tú mismo.

Cómo se hizo el estudio

Graphext es una startup que se dedica al análisis de datos públicos en la web. Su plataforma permite crear contextos de información a partir de feeds digitales, con el fin de analizar la conversación pública en el tiempo.

Hemos creado una visualización del 26-J que contiene 1.151.727 tuits: son todos los mensajes relacionados con la conversación política en Twitter el día de las elecciones generales, en el que participaron 349.722 usuarios.

Graphext también había elaborado uno con la misma metodología el 20-D, el día de las elecciones generales de diciembre, y la comparación entre ambos nos muestra la evolución de la conversación sobre partidos políticos en esta red social.

Metodología

Para componer esta visualización, Graphext empezó por tomar los hashtags que usaron los medios el día de las elecciones relacionados con la comunicación política y agregó otros que fueron apareciendo ese día: 26J, elecciones26j, L6Elecciones, eleccionesA3, 26JOndaCero, elpais26J, hevotado, MiVotoCuenta, eleccionesL6, JornadaDeReflexion, EleccionesGenerales2016, Elecciones2016, EleccionesGenerales.

Luego se procesaron ese millón de tuits para detectar qué cuentas escribían esos mensajes, a quiénes mencionan y a quiénes se dirigen. El estudio no analiza contenidos de los mensajes sino interacciones. Con todos esos autores, referencias y tuiteros se empiezan a trazar conexiones.

Cuando pinchas en un usuario puedes ver su comunidad y haciendo clic dos veces puedes detectar qué tipo de interacciones tuvieron ese día: las líneas verdes significan que ese usuario ha sido mencionado por otros; las azules trazadas por esa cuenta corresponden a cuando ese usuario menciona a otros y no es correspondido; y la línea roja traza la reciprocidad entre ambos usuarios.

Esa enorme cantidad de usuarios e interacciones se filtra para dejar fuera a las entidades que tuvieron menos de 50 interacciones ese día, y que sólo queden las más relevantes a nivel de conversación. En el gráfico del 26-J quedan 4.389 nodos conectados por 141.876 interacciones.

Una vez que Graphext tiene ese mapa de conexiones, se ejecuta un algoritmo que hace que se aproximen más las cuentas que tienen muchas relaciones y que se separen las que no tienen tantos. Con esto aparecen los conjuntos o contextos: en el gráfico podemos reconocer claramente a simple vista a los mayores contextos que se corresponden con Unidos Podemos, PP, PSOE.

Los colores se asignaron de acuerdo a estos contextos, a través de otro algoritmo matemático que utiliza el método Louvain. Detecta zonas donde la densidad de las conexiones son mucho más altas que entre otras y puede trazar fronteras entre una y otra.

Los diferentes contextos que entonces se forman no se corresponden a algo determinado por instituciones políticas, aunque luego la mayoría se correspondan. Lo que pinta el gráfico es una foto sobre las conversaciones, las fronteras entre diferentes comunidades, y el lugar que ocupan unas y otras. Los contextos que podemos identificar son los siguientes:

  • Morado: Podemos, Unidos Podemos y otras cuentas, en su mayoría de humor
  • Azul: Partido Popular
  • Rojo: Partido Socialista Obrero Español
  • Naranja: Ciudadanos
  • Fucsia: UPyD
  • Amarillo: grupos nacionalistas catalanes
  • Verde claro: medios de comunicación
  • Verde oscuro (en el 20-D): Izquierda Unida
  • Gris: se usó este color para colorear a los usuarios que no caían claramente dentro de una comunidad

Las cuentas de los partidos políticos y sus líderes más relevantes se muestran con foto. El tamaño de los usuarios en el gráfico se corresponde con la cantidad de interacciones que tiene.

Las comunidades

La cantidad de espacio que ocupa la comunidad de Podemos en redes es lo primero que destacan ambos gráficos, el de diciembre y el de estas últimas elecciones. En ambos escenarios, ocupan casi el 50% del gráfico.

También sus líderes, a diferencia de los otros candidatos, son más y tienen más presencia en la conversación del 26-J. En estas elecciones se encuentran más cercanos entre sí que en las anteriores, algo que también sucede con el resto de los candidatos, dado que todos han sido más mencionados por el resto de partidos. Para Victoriano Izquierdo, analista de Graphext, quizás esto pueda ser una señal de cómo se ha polarizado la conversación en el sentido de que antes cada uno estaba un poco en su feudo y en estas elecciones todo es mucho más explícito y todos hablan de todos.

El gran protagonista del gráfico, la cuenta del Partido Popular, no lo fue en el gráfico de las elecciones pasadas. En cambio, en el 26-J el Partido Popular se desplaza al centro del mapa y al centro por lo tanto de la conversación, algo lógico al haber sido el ganador de las elecciones. En este caso la cuenta oficial es la que más relevancia tiene, seguida por la de Mariano Rajoy. El resto de líderes relevantes del PP según este mapa, Pablo Casado, Cristina Cifuentes y Soraya Sáenz de Santamaría se quedan pequeños y dentro de su comunidad.

El PSOE, que parece crecer en cantidad de entidades en el 26-J, se encuentra mucho más centrado y por lo tanto más en contacto con otros contextos, sobre todo con varios de Podemos.

Los nacionalistas catalanes también parecen crecer en cantidad desde el 20-D, pero hay otra cosa que llama la atención: todas sus formaciones políticas (Convergencia Democrática de Catalunya, CUP, Esquerra Republicana) forman un solo grupo indistinguible y quizás sean los que más se separan del resto.

En el gráfico de estas elecciones notamos dos grandes ausencias. La primera podría ser más bien una disolución: Izquierda Unida, que el 20-D aparece claramente definida, no aparece a simple vista como un contexto propio en el gráfico del 26-J, algo coherente con la confluencia con Podemos. La cuenta de Alberto Garzón y la oficial sí se ven claramente y además se posicionan en el centro. Si hacemos clic sobre Garzón, vemos su contexto, que podríamos identificar con su partido o su contexto más cercano, y efectivamente aún estando coloreada como Podemos, se encuentra algo diluida en el centro.

La otra desaparición es la de la conversación de los vascos. Bildu aparece dentro del contexto de los medios de comunicación, rodeado de otros medios vascos, pero no tiene contexto propio, como sí lo tienen los catalanes por ejemplo. Esto es así porque el comportamiento y las relaciones de esta cuenta de Twitter lo hacen más cercano a identificarse con los mensajes que mandan los medios en Twitter que los de una cuenta con contexto propio. Pareciera que los partidos políticos o los vascos se hubieran retirado de la conversación política en estas elecciones generales en Twitter.

Medios

Los medios de comunicación aparecen en una posición central en el gráfico, dada por el tipo de comunicación que producen: emiten mensajes con informaciones que son recompartidas y en las que se los menciona por parte de todos los contextos y grupos políticos, aunque algunos medios puedan estar más cerca de unos que de otros.

La inclusión de un medio o periodista dentro de un contexto de un partido no significa que pertenezca al mismo por afinidad ideológica, simplemente muestra que ha producido información que ha sido del gusto de esa comunidad o que esa comunidad ha compartido repetidamente.

El caso de la cuenta de Francisco Marhuenda (director de La Razón) es curioso porque aunque no tiene afinidad ideológica con Podemos en el gráfico del 20-D aparece dentro de su contexto, y no aparece como medio sino como una cuenta de humor. Su mensaje es tan definitorio que otras comunidades como el PP no interaccionan con él, o intentan despegarse, y quienes sí reaccionan a su mensaje son los usuarios dentro del contexto de Podemos, que retuitean esos mensajes de la misma manera en que lo hacen las cuentas que usan el humor. En el 26-J sin embargo esto no se produce y el periodista aparece dentro del contexto del Partido Popular.

La conversación que producen los medios de comunicación y periodistas en Twitter forman un contexto porque tienen los mismos parámetros en común, el mismo grado de equilibrio con los partidos. El algoritmo puede ayudarnos a definir así a las entidades que participan en Twitter, y podríamos decir que identifica como medio a toda fuente de información que tiene un equilibrio entre otras partes más polarizadas. La cuenta de Twitter de Vozpópuli se encuentra en el centro del gráfico, mencionada por todos los partidos de forma similar.

Cómo explorar los gráficos

Arriba a la izquierda tienes un zoom para acercarte a los nodos y ver sus nombres. Haciendo scroll también puedes acercarte o alejarte del gráfico. 

Al lado del zoom hay un buscador con sugerencias a medida que escribes para encontrar rápidamente el usuario de Twitter. 

Si haces un clic sobre un nodo, se colorea toda su red, el conjunto con el que se identifica, y con el siguiente clic verás cómo son las interacciones que ha tenido con ellos de acuerdo al color de las líneas:

Verde: significan que ese usuario ha sido mencionado por otros
Azul: corresponden a cuando ese usuario menciona a otros y no es correspondido
Roja: trazan la reciprocidad entre ambos usuarios. 

Publicado originalmente en Vozpópuli. [Archive]

Un manual para hacer ciberactivismo

Manual del Ciberactivista

Javier de la Cueva ha escrito el «Manual del ciberactivista«, un libro para entender qué son y qué no son las acciones micropolíticas y una guía con lo fundamental para llevar a cabo acciones micropolíticas en el entorno digital.

Por fin Javier deja claro por qué no hay que llamar con la palabra de moda «tecnopolítica» a esto:

«La tecnopolítica se ejerce desde que existe la técnica, mostrando los enfrentamientos bélicos una trayectoria histórica de uso de la tecnología para la política que abarca desde el inicio de los tiempos hasta la utilización actual de los drones y las armas biológicas. Como un buen ejemplo de tecnopolítica se puede citar el III Reich, fuente de innovaciones tecnológicas tan perversas como el uso del gas Zyklon B o de los campos de concentración». (…)

«Utilizar el término de tecnopolítica para los usos de redes y los terminales conectados a las mismas supondría ignorar una carga histórica que ni se debe ni se quiere olvidar, especialmente cuando los funcionamientos de las redes sociales siguen en muchos aspectos el diseño propagandístico realizado por Goebbels (quizás la identidad más evidente es la de los hashtags de Twitter, que corresponden a las etiquetas goebbelianas)».

El libro pone además otros detalles en contexto histórico, como la formación de círculos de Podemos como una consecuencia de los nodos de #Nolesvotes, y estos a su vez, el calco de una experiencia en red de 2004 de la que se guarda poca memoria, el intento de organizar una Federación de Linux User Groups (FLUG). Abundando en ejemplos como la «Demanda contra el canon», u otras experiencias de acciones micropolíticas en la red en estos años, Javier empieza por los conceptos teóricos políticos de distintos autores, lemas hackers y componentes de una acción micropolítica para ir rápidamente a una serie de cuestiones prácticas que tomará en consideración todo activista que usa las redes.

Sólo él, abogado, doctor en filosofía, usuario de GNU/Linux y programador y ciberactivista él mismo podía tanto definir los conceptos políticos y los aspectos prácticos de la comunicación en redes para lograr una síntesis como esta. El libro está a la venta en formato físico en una edición muy cuidada, con esquinas redondeadas y páginas de cortesía en papel translúcido. En un año estará colgado online para descargar y compartir, fiel al «no propongas, haz».

Susan George: «La revolución no está en la web»

«Temo una nueva crisis del sistema financiero. En mi libro explico que las 50 principales empresas del mundo están muy correlacionadas. Esto no es ficción si miras quién controla a quien en el mundo transnacional. Las más interconectadas están en el borde de cuchillo. Si la economía va bien no pasará nada, pero si algo va mal en alguna de ellas, todas caerán como un dominó. Además, 48 de esas compañías son grandes entidades financieras. Esto significa que sí, que un nuevo Lehman Brothers es posible, porque nadie tras el anterior crash ha sido capaz de poner al sistema financiero bajo control.»

Esto dice Susan George, politóloga, analista y presidente de honor de Attac, en una entrevista donde habla de su último libro, mezcla de realidad y ficción: El Informe Lugano II. Cree que internet es muy necesaria para luchar contra esto, pero que la verdadera revolución está en las calles, y estoy de acuerdo con esto. A veces en nuestro entusiasmo tecnológico creemos que todo lo podemos hacer a través de la red, pero sigue siendo necesario conectar eso con las calles.

Internet es una herramienta estupenda, pero no es el lugar donde tiene que llevarse a cabo la revolución. La revolución no está en la web, está en la calle, con lobbys que planten cara a los lobbys de los ricos en las mismas condiciones, con una buena definición de los objetivos que se quieren conseguir y una buena estrategia de unión para llegar a todos ellos. Internet se puede utilizar para facilitar la información y la documentación que la gente necesita para formase y a apoyar la lucha callejera, pero la protesta sólo en web no tiene potencia.

Assange y el riesgo de extradición a Estados Unidos

No son buenos días para Julian Assange. Ayer se extinguieron sus posibilidades de evitar ser extraditado a Suecia por los cargos para declarar en la Corte, y hoy se conoce que el Departamento de Estatal de Correcciones lo mantendrá en prisión hasta su audiencia.

Julian Assange
Julian Assange

Siete jueces de la corte británica unánimamente denegaron la apelación en contra de su extradición, alegando que «no hay méritos». Hace dos semanas, la corte había rechazado su argumento de que una orden de arresto europea no era válida. Sus abogados sostenían que la decisión estaba basada en un punto legal que no había sido debatido en corte.

A partir de ahora sólo le queda el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que según Jennifer Robinson, miembro del equipo legal de Wikileaks, está siendo considerado por Assange para su apelación. Sólo en el caso en que Estrasburgo admita el expediente, la extradición podría paralizarse.

Recordemos que todo esto viene a partir de las controvertidas acusaciones de violación y agresión sexual hechas sobre Assange por dos ex voluntarias de Wikileaks a mediados de 2010.

Desde diciembre de ese año, Assange ha estado bajo arresto domiciliario en Gran Bretaña, mientras se resolvía en la corte inglesa su pedido de extradición a Suecia. Arriba hemos tachado algo, y es porque normalmente se nos olvida que Julian Assange lleva 555 días de arresto sin cargo alguno. La misma Corte de Reino Unido pidió disculpas en sus declaraciones sobre la extradición, por haberse referido a él como el «acusado» anteriormente.

Assange no ha sido formalmente acusado de nada y en Suecia sólo se le requiere para declarar. En este aspecto el principal temor de Assange es que Suecia sea sólo la primera escala en su extradición a Estados Unidos para juzgarlo por Wikileaks.

La misma embajada de Australia en Washington declaró que:

The US investigation against WikiLeaks is unprecedented both in its scale and nature
[La investigación que lleva Estados Unidos contra Wikileaks no tiene precedentes en su escala y naturaleza.]

Es muy probable que Estados Unidos pida la extradición cuando Assange esté en custodia de Suecia y hay muchas razones para creer que es así. Según John B. Bellinger III, exasesor legal del Departamento de Estado y del Consejo de Seguridad Nacional:

The US government is certainly looking at the technical aspects of the two extradition agreements between the UK and Sweden and then considering the political and legal atmosphere in both places.
[ El Gobierno de Estados Unidos seguramente está revisando los aspectos técnicos de los dos acuerdos de extradición que existen entre Reino Unido y Suecia y considerando la atmósfera legal y política en ambos]

Tanto Reino Unido como Suecia no han querido garantizar que no extraditarán a Assange a pedido de Estados Unidos.

Estados Unidos probablemente intente emitir una orden bajo cargos que no son abiertamente políticos. Por un lado es bastante difícil para un individuo probar que la motivaciones para una extradición son políticas y más especialmente cuando el estado que la requiere es un aliado político, como es el caso de Estados Unidos para Suecia y Reino Unido, ya que las tropas suecas están bajo órdenes militares de la OTAN en Afganistán, y Suecia fue uno de los primeros países en enviar jets de ataque a Libia bajo pedido de Estados Unidos.

Por otro lado, es probable que Estados Unidos decida acusar a Assange de varios delitos (en relación o no con las de espionaje) que aparentemente no son considerados delitos políticos. El Departamento de Justicia ha ampliado su ataque para incluir una posible acusación contra el estatuto federal de crímenes informáticos, que podría entenderse como delito no político. Suecia estaría más dispuesta a aceptar la extradición si los delitos no tienen naturaleza política.

Este artículo fue publicado originalmente por mí en ALT1040.