Un vídeo instructivo para que cualquiera pueda aprender a enviar un email. Aparentemente en los 80′ tu médico te podía enviar directamente la receta, algo que no hemos logrado hacer llegar a nuestros días. Este vídeo es del programa «Database» de Thames TV, en Reino Unido, y fue emitido el 7 de junio de 1984.
Túnel de viento

Ayer volé. Estuve en el recién inaugurado túnel de viento que hay en Las Rozas. Al final tanta gente me está preguntando cómo es que lo dejo aquí escrito. Si no tienes ganas de leer todo el post, te lo resumo en una palabra: maravilloso. Es volar.
Hacía tiempo que quería hacerlo y tenía mucha curiosidad: ¿será como volar en sueños?
Cómo es volar en un túnel de viento vertical
En primer lugar: no. Es como en los sueños pero sólo a medias. Lo que es igual es que vuelas, esta sensación de suspenderte en el aire.
Eso sí es igual, esas ganas de reír cuando bajas y subes en un segundo. Pero no, amigos. Lo otro no es igual. Es muchísimo más difícil y hay que concentrarse y controlar tu cuerpo, que está en un ambiente diferente al que está acostumbrado.
No sabemos instintivamente interactuar con el aire para movernos en una u otra dirección y entonces todo está por aprender. Lo bueno es que si recuerdas las indicaciones de los instructores, no cuesta, aunque los primeros segundos puedes estar desorientado, o frustrado, o ponerte muy tenso intentando moverte o estabilizarte. El aire, como un animal que respira tu miedo, reacciona de una manera u otra si estás tenso. Por lo tanto, mejor intentar relajarse y respirar. Esto es fácil de decir y muy difícil de hacer, advierto.
Pero qué es un túnel de viento
La idea es muy simple: unos motores gigantes (en el que yo estuve, cuatro) dentro de un tubo vertical que impulsan el aire a la velocidad inversa al peso de tu cuerpo para hacerte flotar en el aire. Por lo tanto hay una especie de DJ en un panel de control que va dando más o menos potencia según te vea delgado o no. Los paracaidistas usan túneles de viento como entrenamiento y dicen que la sensación es exactamente la misma: si cerraran los ojos no podrían distinguirlo de volar.
Los túneles de viento se utilizan desde el siglo XIX en la investigación sobre aerodinámica, tanto para coches, aviones como para otros objetos voladores. Durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría se construyeron algunos grandes para testar el desarrollo de aviones supersónicos y misiles.
Los túneles de viento verticales empezaron a utilizarse más cuando lo que interesaba medir era la aerodinámica de cuerpos que caían: proyectiles pero también objetos que volvían a la Tierra desde órbita. MadridFly, la empresa que lleva lo de Las Rozas, tiene una línea de negocio con empresas que hacen investigación aerodinámica.
El primer humano que voló en un túnel de viento lo hizo en 1964 pero hasta los años 80 no se construyeron los primeros con fines comerciales y de entretenimiento.
Mi experiencia
Si es la primera vez que vuelas, te dan una clase breve para que sepas cómo mover tu cuerpo, cómo manejarte en el túnel y las señas que te hará el instructor cuando estés ahí, porque hay mucho ruido y estarás con tapones en los oídos y casco.
Pueden volar niños desde 5 años y cualquier persona que no tenga problemas de espalda o cuello, y siempre un instructor te acompaña. Contra mis expectativas, el tiempo de vuelo es un minuto por vez. Yo pensaba que iba a ser corto pero ahí, amigos, el tiempo transcurre de otra forma.
En los primeros segundos sentía que no controlaba bien mi cuerpo pero enseguida me acostumbré. Hacía mucha fuerza y notaba que me tensaba o que me olvidaba de respirar por estar concentrada en tantas cosas. Supongo que la adrenalina se te dispara porque después de unos segundos de poner el pie en tierra la primera vez sentí un agotamiento intenso y una sensación maravillosa.
Son dos pases de un minuto. En el segundo estaba mucho más relajada y disfruté mucho más. Los instructores no te dejan ir muy arriba pero en la segunda parte uno de ellos te toma de las agarraderas que tiene tu traje y te lleva con él hacia arriba y vuelve a bajarte muy rápido. Es una sensación tan hermosa que había quien gritaba como si estuviera en una montaña rusa. Yo no podía cerrar la boca por reírme a carcajadas y no logré saber cómo hacer para que el aire no me llenara la boca. La próxima vez que vaya se los pregunto.

Google apoya nuestro proyecto en eldiario.es

Nos enteramos hace unos días y no podíamos aguantar la alegría. Google, en su programa Digital News Initiative, ha decidido apoyar nuestro proyecto junto con otros 127 entre más de 1200 de toda Europa. Han sido varios meses en los que varios del equipo hemos estado muy dedicados a darle forma para presentarlo y por eso estamos muy felices.
El proyecto se basa en el modelo de socios que tenemos, para profundizarlo y aprovechar la experiencia de 3 años construyendo nuestra comunidad. El apoyo financiero nos servirá para crecer aún más y poder hacer realidad muchos proyectos en eldiario.es.
Google, en su comunicado, menciona la propuesta de eldiario.es especialmente con la que se sienten «particularmente orgullosos» de colaborar porque «demuestra una forma de pensar diferente en la práctica del periodismo digital». Google no intervendrá técnicamente en el proyecto ni tendrá contraprestación por parte de eldiario.es. Y nuestro proyecto implica también a abrir la oportunidad a que otros medios puedan usarlo y beneficiarse de este modelo, para tener mayor independencia editorial. Tocan meses de mucho trabajo y esperamos darlo todo. Estamos un poco acojonados. Pero allá vamos.
Write music
This sentence has five words. Here are five more words. Five-word sentences are fine. But several together become monotonous. Listen to what is happening. The writing is getting boring. The sound of it drones. It’s like a stuck record. The ear demands some variety.
Now listen. I vary the sentence length, and I create music. Music. The writing sings. It has a pleasant rhythm, a lilt, a harmony. I use short sentences. And I use sentences of medium lenght. And sometimes when I am certain the reader is rested, I will engage him with a sentence of considerable lenght, a sentence that burns with energy and builds with all the impetus of a crescendo, the roll of the drums, the crash of the cymbals -sounds that say listen to this, it is important.
So write with a combination of short, medium, and long sentences. Create a sound that pleases the reader’s ear. Don’t just write words. Write music.
-Gary Provost
Romper el hielo
Reflection on Ice-Breaking
Candy
is dandy
but liquor
is quicker
— Ogden Nash
Libros que leí en 2015
Demasiada felicidad, por Alice Munro
Medicina sin engaños: Todo lo que necesitas saber sobre los peligros de la medicina alternativa, por J. M. Mullet
Fuego y cenizas. Éxito y fracaso en política, de Michael Ignatieff
Ja. La Ciencia De Cuándo Reímos Y Por Qué, de Scott Weems
La soledad de los números primos, Paolo Giordano
The Hell of it All, Charlie Brooker
La ciudad de los prodigios, de Eduardo Mendoza
Cosas que me contó un pajarito: Confesiones de una mente creativa, por Biz Stone
Cryptonomicon, de Neal Stephenson
Memes, de Jaron Rowan
How to Be a Woman, de Caitlin Moran
Bitcoin: La caza de Satoshi Nakamoto, de Preukschat, Busquet, Ares
Manual del ciberactivista digital, de Javier de la Cueva
La Naturaleza del Software, de Eduardo Díaz
Principios y algoritmos de concurrencia, de Ricardo Galli
Aprende Git: … y, de camino, GitHub, de JJ Merelo y Pablo Hinojosa
The Checklist Manifesto: How To Get Things Right, de Atul Gawande
Turing’s Cathedral: The Origins of the Digital Universe, de George Dyson
La Lengua De Las Matemáticas Y Otros Relatos Exactos, de Fernando Álvarez
La aventura del tocador de señoras, de Eduardo Mendoza
La Oculta, de Héctor Abad Faciolince
Predictably Irrational: The Hidden Forces That Shape Our Decisions, de Dan Ariely
Gone Girl, de Gillian Flynn
The Martian, de Andy Weir
When Computers Were Human de David Alan Grier
Otros libros leídos en años anteriores se pueden ver en mi Goodreads
No neutral editors
One’s expectations of fairness and fullness have transferred from editors and producers and their products to engineers and developers and their products. The trick, this time around, is that these products are designed in such a way to reflect such expectations back to the user: we are persuaded that our feeds are our fault, which minimizes the systems through which they are continuously created. (Don’t blame us! Your feed is made of your choices. Choices you make within a framework that we’ve built!) Neutral editors or publications were always an illusion. They’re people, or made of people! Neutral feeds are an even trickier one. They’re the products of systems. Systems designed by people.
— Access Denied, by John Herrman