Malena Pichot, una entrevista nada fácil

Sigo a Malena desde que me enteré de su existencia a raíz de un video en el que devolvía violencia a los piropeadores callejeros. Sí, era border, y eso me encantó. Luego me encontré con Jorge, la serie que hizo para la televisión pública argentina y me pareció brillante, simple y real. Me ví todos los capítulos en un par de tardes. Luego hemos hablado en la redacción muchas veces de lo que escribe o de sus vídeos, y en algún momento después de sacar Micromachismos pensé que teníamos que entrevistarla.

Malena Pichot - marilink

A mí me fascina cómo Malena puesto sobre la mesa un discurso que hasta ahora estaba escondido o negado. Sobre todo en el ámbito de la cultura de internet donde ser feminista no es cool; sobre todo en Argentina, donde el machismo es tan invisible y tan hegemónico a la vez, que ella haya logrado que un programa en prime time de la tele o una revista como Cosmopolitan la llamen para proponerle espacios me parece notable. Que una comediante nacida de internet hable desde una posición feminista real y tenga verdaderos fans, es un logro casi social, diría. Hace una década no había una Loca de Mierda. Hay algo bueno que está cambiando en todo eso.

Después de publicar la entrevista, aparecen unas reacciones curiosas. Gente que la ama con fervor, gente que no la conocía y se ha quedado como entre descolocada y fascinada y no saben bien qué decirme, gente que no la soportaba y abiertamente me dice que no leerá la entrevista. Y sobre todo, gente que empieza a preguntarse sobre los límites del humor o qué quiere decir feminismo si no es lo contrario que machismo.

Por otro lado, el más inesperado, la entrevista con Malena no fue fácil. Hablamos en argentino, obvio, pero en el momento de preguntarle, yo sabía que no podía usar expresiones demasiado argentinas que luego no pudiera «traducir» al español, y eso me hacía buscar un equilibrio complicado en el que no podía tirarme con tranquilidad por ninguno de las dos variantes del castellano completamente. Cuando ella contestaba con giros tan porteños, no podía dejar de pensar cómo escribiría eso para que se entienda por lectores españoles sin dejar de ser una traducción fiel de sus palabras. Cuando finalmente la transcribí, estuve hasta último momento leyéndola con ojos españoles y latinoamericanos a la vez para que ningún lector se quedara afuera de todo lo que Malena contó. Doble traducción, una explicando las frases argentinas y otra que iba del coloquio y expresión oral (que tan bien maneja una estandapera como Malena) a las letras en una pantalla.

Además de eso, entrevistar a alguien con el que coincides en muchas ideas y posiciones es terrible, y hay que hacer un esfuerzo por crear un espacio incómodo, por hacer de abogado del diablo, para sacar una mejor conversación. Y si además te hace reír (y a mí que no me cuesta nada lanzar carcajadas), bueno, sales de la entrevista pensando que ha sido la peor de tu vida.

Juro que lo intenté. La entrevista se puede leer entera en la sección de Cultura, de eldiario.es, y si no la conocen, este es un perfil de Malena Pichot, donde además hay una pequeña selección de videos.