I Encuentro Feminismo y Medios

El 20 de septiembre el Ayuntamiento de Madrid y la PDLI organizaron una jornada sobre Feminismo y Medios en la que participé en la mesa de innovación. Al entrar estaban presentando el documental “Spain On the Line”, sobre el acoso online a mujeres periodistas en España, realizado por el International Press Institute (IPI), en el que participé. Me conmovió pensar que un evento así, con este tema, dando voz a estas mujeres, en el ayuntamiento era algo imposible hace poco más de un año. 

Cuando voy a un evento, a las personas que más me interesa escuchar es a las que están haciendo cosas, a las que se parten día a día por sacar proyectos adelante, porque son las que tienen algo interesante que aportar. Suelen ser también el tipo de personas que menos tiempo tiene para ir a eventos. Pero cuando lo hacen y comparten su experiencia diaria resulta valiosísima. Eso sucedió en nuestra mesa de Innovación, donde estaban Rosalía Lloret, Carmela Ríos, Clara Jiménez y Ana Ormaechea.

Entre los temas, hablé sobre los mitos que hay en torno a la innovación. La innovación está asociada (entre otras cosas) a una idea de que es sólo tecnológica, y la tecnología está relacionada a un estereotipo masculino de emprendedor, joven, arriesgado, agresivo. Otro mito es que la innovación es un «lab» y no hablamos de innovación por ejemplo cuando hay que cambiar procesos de trabajo o convocar más mujeres en la dirección de proyectos. 

Balcony

Nan Robertson fue la periodista del New York Times que en su libro «The Girls in the Balcony» contó la historia interna de la lucha de las mujeres del Times por un tratamiento igualitario en el periódico. El balcón en cuestión está en el salón de bailes del Club de Prensa Nacional de Washington, que hasta 1955 prohibía a las periodistas mujeres entrar, y hasta 1971 unirse al club.

La única forma que tenía una reportera mujer de cubrir un discurso presidencial era ubicándose en aquel balcón sobre el salón. Así que cuando el presidente hablaba, las mujeres periodistas se amontonaban en ese pequeño espacio, entre los técnicos y los cables. Esas eran las chicas del balcón.

Dijo Michelle Bachelet una vez que cuando una mujer entra en política cambia la mujer, pero cuando muchas mujeres entran en política, cambia la política. Si pensamos en medios de comunicación, quizás es lo que nos haga falta para volver a un periodismo inclusivo.

Un sector en el que el 47% de las periodistas son mujeres no puede tener un ratio de directivas que no llega al 20 %, por razones de productividad y eficiencia, y también de representatividad, de justicia.

Es necesario promover el liderazgo de la mujer en medios de comunicación.

Con este objetivo nace hoy un proyecto que lleva 2 años in the making: el Balcony Group. Está formado inicialmente por nueve periodistas, entre las que me han invitado a formar parte: Ana Pardo de Vera (directora de Público), Soledad Gallego-Díaz (directora de El País), Montserrat Domínguez (directora de revistas de PRISA), Pepa Bueno (Directora Hoy por Hoy –SER), Ana Romero (periodista y escritora), Charo Marcos (directora de Kloshletter), María Ramírez (Nieman fellow), y Mirta Drago (directora de comunicación de Mediaset), y yo. En la foto, algunas de ellas estamos en el balcón del salón de International Institute donde se hizo el panel de Liderazgo de Mujeres en Medios hoy, como un improvisado tributo a esas chicas del balcón que lo cambiaron todo en el New York Times.

Mujeres periodistas líderes se suman a la primera línea de la batalla por la igualdad (Público)

La brecha digital: ciberutópicos y pesimistas digitales

La brecha digital en cifras
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Si hay un espacio de libertad que puede terminar con las desigualdades de antiguas estructuras e instituciones, ese parece ser internet, con sus modos díscolos y su insurgencia frente a esquemas tradicionales. Si hay una nueva “tierra prometida”, esta parece estar muy cerca del acceso al conocimiento que nos da la red.

La red de redes ha ido revolucionando industrias y modos de organización a escala mundial. Se ha convertido además en el nuevo espacio público, sin necesidad de reconocimiento de autoridades, gobiernos o medios de comunicación. Si antes decíamos “lo ha dicho la tele”, ahora “lo vi en Twitter”, “está en Youtube” o “envíame el enlace” son las nuevas formas de legitimación de los contenidos que nos llegan.

Los modelos de grandes industrias, como la música primero, el cine, los medios de comunicación después, y ahora también las editoriales se ven tambalear cuando los hábitos de consumo cambian y las herramientas de producción se hacen accesibles a más personas. Ya suena a lugar común hablar de las posibilidades que implica subirse en esta nueva nave que nos impulsa hacia el futuro.

Contra este optimismo digital surge el escepticismo de pensadores como Evgeni Morozov. La idea que subyace en la visión de los ciberutópicos, explica Morozov, es que si das dispositivos y conectividad a las personas, la democracia surgirá inevitablemente.

El problema con este tipo de argumento, explica Morozov, es que confunde los usos deseados con los usos reales de la tecnología. Tenemos las herramientas para terminar con las desigualdades, pero ¿lo estamos logrando o es una declaración de intenciones? Morozov define internet como el nuevo campo donde los métodos de control siguen reproduciéndose, porque los gobiernos totalitarios han aprendido a manejar el ciberespacio.

La visión crítica hacia aquel optimismo viene desde hace tiempo, cuando se empezó a hablar de la brecha digital, o fractura digital, que es la cantidad de personas que tienen acceso a internet, entendido como dispositivos más conectividad.

Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU), el 39% de la población mundial está conectada, pero en los países en desarrollo ese porcentaje es del 31%, mientras que en los países desarrollados es el 77% el que tiene acceso a internet. Otra institución, esta vez financiera, como el Banco Mundial, da cifras similares: en 2011, de cada 100 habitantes de países desarrollados, 67,4 estaba en internet, mientras que en el resto de los países esta cifra caía a 27,96.

El crecimiento del acceso a internet no se detiene, pero a pesar de la tendencia positiva, el 90% de no-conectados pertenece a países pobres o en desarrollo. Es decir, de acuerdo con los estudios, dos tercios de la población mundial están desconectados de internet y de las oportunidades a las que un tercio privilegiado tiene acceso.

Para entrar en internet se necesita electricidad o baterías, un dispositivo (ordenador o teléfono inteligente), conexión (infraestructura y acceso a esas redes). Pero para ser parte activa y construir algo en la sociedad de la información se necesitan, además de lo dicho, alfabetización –damos por descontado el saber leer, escribir y manejar un teclado– y habilidades específicas de uso del ordenador, del software y las redes. Y cuando internet empieza a ser más accesible a todos, cabe preguntarnos si los que vamos a bordo de esta nave estamos en la sala de control o sólo vemos las olas pasar.

Aquí nacen las otras brechas digitales, las desigualdades dentro de la brecha. Según un informe encargado por Intel con la colaboración de ONU Mujeres, a escala global en los países en desarrollo, un 25% menos de mujeres que de hombres tiene acceso a internet, disparidad que se eleva a un 45% en regiones como el África subsahariana.

Incluso en economías que están creciendo rápidamente, la brecha es grande: alrededor de un 35% menos de mujeres que de hombres en el sur de Asia, Oriente Próximo y el norte de África se conecta a la red y alrededor de un 30% en algunas partes del continente europeo.

Los coches pueden no ser un derecho, pero la posibilidad de moverte con libertad ciertamente lo es. Internet es más como el sistema de carreteras que como un coche.

El coste económico, el analfabetismo, la falta de conciencia de las oportunidades, y la desigualdad que existe entre unos y otros países e incluso dentro de ellos, hace que estas brechas también se manifiesten en el acceso a la tecnología, dejando a millones fuera de la nave. Internet, además, es un espejo que nos muestra la gran desigualdad presente en el mundo y que estamos perpetuando si no hacemos algo para cambiarla.

Por lo tanto, saber qué hacemos quienes ya estamos en la red también interesa. Si la forma y el grado de participación es un parámetro importante, los estudios hablan por ejemplo de la regla del 1%, o principio del 90–9–1, una ratio que varios estudios en comunidades online, como Yahoo, Flickr, Wikipedia o Menéame han confirmado, donde el porcentaje de productores de contenido es sumamente reducido. La ratio de creadores/consumidores es de un 0,5% también en un estudio llevado a cabo en Twitter en 2011 que confirmaba que sólo una “élite” de 20.000 usuarios generaban tuits con el 50% de las URL que el resto consumía.

Respecto del tipo de actividad, Morozov estudió una jerarquía piramidal de cibernecesidades: nos dedicamos más a 1) divertirnos, 2) hablar, 3) compartir en redes sociales, 4) aprender (en sitios como Wikipedia o las charlas de TED) y, finalmente, 5) a actuar en campañas o por causas a las que nos adherimos.

Cuando usamos internet de forma activa y colectiva, los cambios son tan grandes que equivalen a cambios de categoría y no sólo de escala. En este sentido, Steve Levy observó, al escribir sobre el cambio que significó la aparición del iPod, que si uno hace algo un 10% mejor, logra una mejora, pero si hace algo 10 veces mejor, crea algo nuevo.

Internet no sólo puede hacer que nos comuniquemos mejor, sino que el grado y el alcance de esa comunicación transforma la manera en la que actuamos y vivimos. Hasta tal punto que el acceso a internet ha sido considerado por Naciones Unidas como un derecho humano, porque posibilita la educación, la libertad de expresión y la libertad de reunión de maneras nuevas. Vint Cerf, uno de los padres de internet, no está de acuerdo, porque considera que la web como herramienta no puede ser un derecho en sí, sino que lo es aquello que posibilite hacer esa herramienta.

Mathew Ingram, un periodista especializado en temas tecnológicos, justificaba la decisión de la ONU diciendo: “Los coches pueden no ser un derecho, pero la posibilidad de moverte con libertad ciertamente lo es, e internet es más como el sistema de carreteras que como un coche o un caballo”.

El agua antes que internet, o las matemáticas antes que aprender a programar. La idea de que hay que tener primero ciertos derechos o saberes, para que después vengan las “nuevas tecnologías”, como si el aprender no fuera parte de un proceso en el que el tener una ventana abierta al mundo y estar conectado en redes no favoreciera de manera multiplicadora ese aprendizaje, transformándolo en sí mismo. Como si al analizar el enorme salto que hizo dar la imprenta a la humanidad pudiéramos separar la herramienta del alcance que permitió.

Hay un momento en todo debate en el que se menciona la brecha digital como excusa para quitar importancia a internet, para recordarnos que estamos dejando fuera a quienes no pueden acceder a un ordenador… Y olvidamos así una gran brecha analógica que es y ha sido mucho más grande, pero también más invisible. A aquella cantidad de gente –siempre mayor numéricamente– que por una infinita variedad de causas no podrán estar en un lugar definido en tiempo y espacio.

La brecha digital es un concepto que ha sido usado como excusa muchas veces para negar o subestimar el impacto que tiene internet sobre el progreso de la sociedad y los individuos conectados. Podemos hablar de cantidad de smartphones o banda ancha por país, pero la distancia analógica siempre será mucho mayor, meramente por posibilidades numéricas, ya que internet permite conjugar personas, espacios y tiempos que analógicamente no es posible conectar.

El optimismo no está mal, pero deberíamos dejar de pensar en términos de “iPods per cápita” y más en qué estamos haciendo los que sí accedemos a internet, cómo podemos fortalecer a los intelectuales, a los disidentes, a las ONG y a los miembros de la sociedad civil. Como propone Morozov, “debemos callarnos nuestras conjeturas ciberutópicas y empezar a hacer algo efectivamente”.

Si se trata, como dijo William Gibson, de que el futuro ya está aquí, sólo que no está distribuido equitativamente, quienes somos testigos de sus posibilidades tenemos tarea por hacer.


Este artículo se publicó originalmente en la revista Cuadernos #2 Más Desiguales de eldiario.es, dedicada al análisis de la desigualdad en varios ámbitos, y en Diario Turing, la semana pasada.

Cuando ser feminista no es cool

Etam Cru

Hasta hace unos años no se me hubiera ocurrido pensar que era feminista. Parecía una batalla ajena ganada en los 70, hasta que en algún momento te empiezan a poner en mesas redondas de “mujeres en internet”, o te preguntan cómo es trabajar en un ámbito donde el ratio de varones es alto. Cuando quieres pensar que no te afecta, cuando vienes con tu optimismo tecnológico a analizar esto, te das cuenta que la igualdad no existe, que el machismo afecta a los hombres también, que falta mucho por hacer. Internet al final es un espejo de esta sociedad, y si no somos conscientes de las injusticias podemos reproducirlas. Creo que es necesario decir que eres feminista aunque no sea cool o no tengas tantos retuits.

Como dice Yolanda Domínguez hoy en el Huff, que sepáis todos los que os declaráis no feministas que estáis haciendo alarde de vuestra ignorancia en público (de eso y de ser malas personas). Porque el feminismo quiere la igualdad de ambos sexos, y soy feminista porque quiero que seamos iguales y tengamos las mismas oportunidades reales.

Hoy en Diario Turing publicamos sobre la brecha digital un artículo que habla de la desigualdad en el acceso a internet en el mundo, pero también habla de “las brechas dentro de la brecha”, de las desigualdades que hay dentro de ese acceso: un 25% menos de mujeres que de hombres tiene acceso a internet, y ese número se eleva a un 45% en regiones como el África subsahariana. Escribí este artículo para nuestro monográfico sobre la desigualdad en el mundo, cuando me preguntaba si estamos realmente usando internet para construir algo mejor, para ayudar a las minorías a que puedan progresar. También en internet hay desigualdad, también en las startups adoradoras de la cultura de Silicon Valley hay quienes hablan de oportunidades pero no dejan tomar decisiones a las mujeres que trabajan allí. Sólo basta echar un vistazo al porcentaje de directivos de uno y otro sexo, sólo basta pasearse por algún evento tecnológico y ver quiénes están en los stands mostrando productos y quiénes dando las conferencias.

Ayer me preguntaron por algunas mujeres que quisieran dar su testimonio para un reportaje por el día de la mujer. Pensé en mujeres incansables, maravillosas, sensibles y fuertes a la vez, luchadoras, pensé en mi madre, en amigas, en muchas mujeres que leo. A muchas de ellas no pude recomendarlas porque trabajan conmigo, y me sentí afortunada por eso. Feliz día, mujeres.

Ilustración: Etam Cru

Debate Yo Dona: ¿Cambiarán el futuro las redes sociales?

La revista Yo Dona me invitó el 3 de noviembre de 2011, junto a otras mujeres que están trabajando en el ámbito de internet, a una tertulia para hablar de las redes sociales,  negocios en internet y los cambios que veremos en los próximos años. 

Con Irene Cano (directora de Facebook en España), Marisa Toro (Directora de Comunicación y Asuntos públicos de Google para España y Portugal), y Pepa Romero (directora y responsable del área de banca y gran consumo de Territorio Creativo) estuvimos compartiendo opiniones sobre estos temas. Silvia Castillo, de Yo Dona, ha colgado los contenidos del debate en su blog. A continuación la reproducción de la nota que salió en Yo Dona de papel el 3 de diciembre de 2011.

La revolución 2.0 llegó para quedarse y en muy poco tiempo las redes sociales se han convertido en herramientas imprescindibles. ¿Cómo afectará el futuro a este fenómeno?

Cuatro mujeres líderes en este ámbito -Pepa Romero (@mjromerosj), Directora de Banca y Gran Consumo de Territorio Creativo; Marilín Gonzalo (@marilink), Directora de contenidos de Hipertextual; Irene Cano, Directora de Facebook en España, y Marisa Toro (@marisatoro), Directora de Comunicación y Asuntos públicos para España y Portugal-, debaten su trascendencia y trayectoria en el Especial Redes Sociales.

Por: Silvia Castillo (@sicasbe)

 

Nos preguntamos si se puede alcanzar el éxito profesional al margen de Internet y las redes sociales. ¿Cómo puede afectar esta revolución tecnológica a nuestra imagen personal, laboral o corporativa? También analizamos cuál es el papel de las mujeres en la red y cómo se dibuja el futuro.

Basta con repasar las fechas para confirmar que nuestro mundo ha cambiado a una velocidad de vértigo. En 1982 ve la luz el protocolo TCP/IP que da lugar al Internet, en el 91 nace la primera página web y en el 98 Google. El gran éxito de las redes sociales es muy reciente: En 2003 se creó Linkedin; en 2004 Facebook, en 2005 You Tube y en 2006 Twitter. Los resultados son espectaculares: Google: tiene más de 35 millones de usuarios en España; Facebook 16 millones Twitter 5 millones y Linkedin más de 1 millón. Cuatro mujeres líderes en el ámbito de Internet responden a los comentarios de los internautas a través de Twitter y analizan los retos que esta revolución tecnológica nos plantea.

Marilín: Nuestra sociedad se está transformando por el grado de interconexión que permite Internet. No creo que todo el mundo tenga que estar en redes sociales, sino que cada uno debe encontrar la que mejor se adapta a su personalidad. Hay que plantearse cuál es el objetivo: divertirse, conectar con gente, orientar el futuro profesional o informarse. Es la clave antes de abrir perfiles a lo loco.

Irene: Vivimos una revolución digital y todo se está socializando. No sólo ocurre con las empresas puras de Internet, también con la industria de los recursos humanos, de los juegos, de la música, los medios de comunicación, etc… La gente está compartiendo activamente información, emociones y sentimientos. Evidentemente se acabará haciendo mucho más a través del móvil, pero el gran cambio es esta nueva forma de compartir y de comunicarse. Las marcas y las instituciones que quieran buscar gente que les escuche tendrán que ir donde ellos están: en los entornos sociales.

Marisa: La revolución industrial en el siglo XIX supuso montar fábricas. Ahora vivimos una revolución que ha penetrado silenciosamente, pero todos estamos metidos en el mundo de la digitalización. Evidentemente se puede vivir de espaldas al mundo social de Internet, pero es una experiencia incompleta, sobre todo en el ámbito profesional. No todos tenemos que estar ahí, pero si renuncias, te estás perdiendo información esencial y, según avanza esto, cada vez te perderás más.

Pepa: Vivimos una revolución socio-tecnológica que cambia los modos de producción. Internet es una herramienta de trabajo y, si la sabes utilizar de una manera eficaz, tienes más ventajas. Pero hay muchos sectores que todavía no están conectados y en los que el contacto físico es fundamental, como en banca o consultoría. Después de la crisis, los negocios que no se adapten a la nueva realidad no estarán en condiciones de jugar en el tablero resultante. No será el mismo mundo. No por la crisis económica, sino por la revolución socio-tecnológica.

Marilín Gonzalo, Irene Cano, Pepa Romero, Marisa Toro

Un comentario a través de Twitter interviene en la tertulia: @doublecloth opina: “Mejor bien que de forma desastrosa. Si no estás preparado, no juegues”

Irene: Desmitifiquemos los entornos sociales. Las cosas se hacen mal en Internet y también en el mundo real. Mucha gente se lanza a la aventura, sin estar preparada. Lo fundamental es la estrategia. Si no tienes algo que comunicar y no sabes para qué, no lo hagas.

Marilin: Hay que tener sentido común. Muchas empresas quieren vender un producto y van a las redes sociales, donde les llueven avalanchas de quejas. Entonces desaparecen por miedo y hay que decirles: no, espera. Antes de trabajar en la estrategia de comunicación, hay que trabajar en el producto. El error es pretender que un producto malo se venda, solamente porque está en Internet. Eso no funciona.

Irene: En Facebook predicamos con el ejemplo. Muchas veces hemos hecho actualizaciones que a los usuarios no les han gustado y rectificamos inmediatamente. Ése es el secreto del éxito de la plataforma: Escuchar a los usuarios y rectificar. Las redes sociales han democratizado la relación en ambos sentidos.

Marisa: Eric Smith, un directivo de Google, dijo que en Europa no hay un Silicon Valley porque aquí no se perdonan los errores. En Estados Unidos, te disculpas y vuelves a empezar, pero la magia de Silicon Valley no funciona aquí.

Pepa: En la red todo se sabe. La audiencia sabe más que tú. Hay quien paga servicios para enterrar datos desagradables pero nadie soporta un escrutinio profundo si se busca de verdad. Así que, más vale no mentir demasiado ni tratar de esconder lo que interesa a todo el mundo.

¿Cómo afectan a la imagen personal o profesional los comentarios que se vuelcan en la red?

Irene: Warren Buffett decía que se tarda 20 años en construir una reputación y cinco minutos en arruinarla. Cada persona tiene que gestionar su imagen pública: antes y ahora. El éxito de las redes sociales radica en que están basadas en la identidad real. Alguien que no existe no tiene amigos. Un perfil falso se nota y lo detectan las herramientas encargadas de monitorizar para que no se traspasen los límites de la ética. Hay que añadir valor y que todo lo que comunicas sea de interés; ya sea información, sentimientos o emociones.

Marisa: Se puede mentir fácilmente, pero se descubre de forma inmediata. Si todo fuera falso, la red no avanzaría y el éxito social de Internet es incuestionable. La clave es la calidad de la información que compartes y el control de las plataformas.

Marilin: Lo fundamental es ser coherente en tu vida. Sé que impresiona un número de seguidores en Twitter, pero lo que a mí más me gusta es lanzar una pregunta y tener muchas respuestas. Es algo que se trabaja día a día. Yo no podría tener esa conversación si no aportase enlaces que me interesan.

Pepa: Detrás de los post de Marilín hay muchísimo trabajo. Por ejemplo, está aportando herramientas para sacar el máximo partido a Google + y Google Reader. Muchas horas de trabajo que generosamente se ponen en la red a disposición de todo el mundo. Eso genera vinculación, sentimiento y afinidad con la persona.

@crespobarbara escribe que las redes sociales “permiten conocer a personas que de otra manera sería imposible. Las RRSS crean y consolidan relaciones reales”. @crisbocata pregunta: “¿Perdemos la intimidad o el pudor?”

Marisa: Lo que no harías en la vida off line, no lo hagas tampoco on line. Es de sentido común. ¿Abrirías la puerta de tu casa a un desconocido? Pues no. Las posibilidades de gestionar tu privacidad son infinitas y fiables. Las empresas de Internet hemos aprendido mucho de los errores.

Irene: ¿Te irías a cenar con un desconocido que te invita en la calle? El éxito de las redes sociales se debe a esa posibilidad de compartir y también de protegernos. Por eso mucha gente ha perdido el miedo y el pudor. Hasta ahora en Internet todo era abierto como un blog o cerrado como un e-mail. Ahora no. Es uno de los mayores avances tecnológicos: compartir lo que quieres, donde quieres y con quien te apetece.

Pepa: Siempre puedes preservar tu intimidad y las reglas de comportamiento en la red deben ser las mismas que en la vida real. Nadie es perfecto y sólo una relación sólida de vinculación con tus clientes te garantiza la lealtad. En las redes sociales hablas de tu a tu: a quien está enfrente no le grites, ni le mientas ni le traiciones porque se va. Y está a un clic de distancia.

Marilin: A mi Internet me ha cambiado la vida. Twitter es la parte más visible, porque abrió mi parte social a mucha gente. Mi cuenta siempre ha sido personal y me siento muy cómoda con ella. Sé lo que comparto, hasta dónde y por qué. El límite depende del momento, no tengo una regla. Por ejemplo, he perdido el miedo a que se conozca mi orientación política. En mi empresa saben que defiendo unas ideas y eso no influye en la calidad de mi trabajo. Me siento muy libre. Ser transparente me ha servido para que más gente confíe en mí. He tenido muchas ofertas de empresas que quieren comprar mis tuits y nunca he aceptado. No me interesa. Mi comunicación en Twitter es mucho más valiosa que lo que me puedan pagar, la verdad.

Marilín Gonzalo, Pepa Romero, Marisa Toro e Irene Cano

¿El negocio está en la red?

Irene: Las nuevas tecnologías facilitan la posibilidad de comprar viajes, ropa, una casa o un coche a través de Internet. Mejoran los servicios, porque son más rápidos y bajan los precios. Pero esto no significa que los negocios tradicionales dejen de existir. Cerrarán los que no sean competitivos, ya sean digitales o tradicionales, pero la competencia va a ser sana y el consumidor final tiene más oferta.

Marilín: Los consumidores están cada vez más conectados e informados. Por ejemplo iTunes, que vende música a través de Internet, triunfa porque es muy fácil comprar y tiene un precio justo. Las marcas van a evolucionar en la medida en que pongan la tecnología a disposición del usuario. La clave es quién encuentra un modelo de negocio más rápido.

Marisa: Estoy con Irene: no hay que pensar en Internet como un alma canina que devora negocios. Somos un país de pymes y, si las pequeñas empresas se animan a la digitalización, el impacto en el PIB se podría multiplicar por 2,7. El turismo es uno de los sectores que más se ha desarrollado digitalmente y también la moda. Con la incorporación de cadenas como Inditex y Mango, se ha multiplicado el negocio por 3 y hemos pasado de 2.000 millones de páginas vistas en 2009 a 6.000 millones de páginas vistas en España en 2010. Es decir, digitalizar desarrolla la estrategia empresarial de un proyecto, no destruye su viabilidad.

Pepa: Hace diez años el gran fracaso de Internet fue Boo.com que sacó una tienda de ropa internacional cuando el mercado no estaba maduro. Fueron visionarios, pero es ahora cuando en España tenemos a más del 56% de la población conectada. Un estudio de la consultora internacional Mackinsey Global Institute, realizado en 13 países, demuestra que el margen de rentabilidad de las empresas conectadas supera en un 3,4% a las que no están en Internet.

Marisa añade que “Internet ha supuesto la gran ruptura del concepto espacio tiempo”, antes de analizar qué papel están jugando las mujeres españolas en la era digital.

Marisa: La presencia de hombres y mujeres en Internet está equilibrada. Sin embargo, la mujer tiene un papel bastante representativo en la digitalización de la pequeña empresa. También en la educación de los niños, porque el uso de Internet en el hogar suele recaer sobre ella. Internet es para la mujer, sin ninguna duda, una fuente de creación de empleo y de desarrollo de negocio.

Marilin: Las mujeres muchas veces somos invisibles a la hora de mostrarnos en Internet. No somos tan competitivas y eso hace que parezca que no estamos, cuando en realidad trabajamos mucho. Tenemos que tratar de ser más visibles.

Irene: Creo que Internet no entiende de género. Los perfiles de los usuarios están perfectamente repartidos por tramos de edad y por sexos. En las plataformas sociales, el 50% son hombres y el 50% mujeres, con lo cual no haría distinciones. El futuro está en manos de personas que sean innovadoras y se comprometan.

Pepa: El porcentaje de mujeres en Internet es similar al de los hombres. Sí creo que la mujer es más emprendedora, se arriesga más o tomar decisiones, sabe trabajar su identidad digital de una manera más prudente que el hombre y tiene menos miedo. Cada vez somos más activas y las redes sociales son una réplica de lo que vivimos en el mundo real.

¿Cuál será el gran cambio en los próximos años?

Marisa: La adopción de los smart phones es tan bestial y tan imprevista, que a la experiencia de Internet que tenemos ahora no le doy más de tres años de vida. Hay un desarrollo vertiginoso y cambiará nuestra manera de comprar a través del móvil.

Pepa: Según datos del año pasado, el 20% de las acciones de publicidad y marketing se dirigen al móvil. En 5 ó 10 años, las empresas dedicarán el 80% del presupuesto a campañas de marketing on line para este dispositivo. En menos de un año estaremos asombradas por los nuevos smart phones y por la lucha de patentes. El negocio está en quien hace el teléfono con mayores funcionalidades, autonomía y aplicaciones. El consumo social determina el futuro.

Irene: El cambio fundamental lo estamos viviendo ya. El hecho de que puedas retomar el contacto con una persona a la que no veías desde hace 30 años, o que una marca se pueda convertir en parte de tu rutina diaria y añada valor a tu vida es el gran cambio que ha permitido este tipo de comunicación. Los dispositivos móviles van a facilitar el uso cotidiano.

Marisa: Estoy de acuerdo que el cambio social ya ha ocurrido y el siguiente paso es un nuevo avance tecnológico, por la fusión de la televisión con Internet en el móvil. Y no olvidemos la nube, para el acceso masivo a la red. A parte de que ya se ha estudiado que la sostenibilidad desde el punto de vista energético es extraordinaria. Habría que hacer otra tertulia sólo de la nube.

Marisa Toro y Marilín Gonzalo

Llegamos al final buscando el lado más humano y terrenal de la tecnología.

Marilin: Yo estaba desencantada con el periodismo analógico, en crisis de hace tiempo. Para mí Hipertextual, como empresa, es el sueño que tenemos todos de hacer lo que nos gusta. Es un medio independiente, donde escribimos lo que queremos y no hay un editor o una marca que nos censure. Ser parte de ese sueño me cambió la vida. Sin Internet no lo podría haber logrado de ninguna forma.

Marisa: Mi gran drama un domingo por la mañana es que se haya caído Internet en casa y no pueda echar un vistazo a la prensa on line. Además estoy enrollada en un gran asunto personal que es enseñar a mis niños. Tienen 7 y 8 años y les ayudo a entender qué es Internet o Google. Utilizan Chromebook para sus deberes y les explico también qué significa la nube, es decir, ir con las manos en los bolsos y acceder a You Tube.

Pepa: Yo tengo niños de la misma edad. En el colegio tienen acceso por grupos a ordenadores y con 8 años saben, por ejemplo, qué es la Wikipedia. Vivirán una realidad totalmente distinta a la nuestra. Yo puedo decir que gran parte de lo que sé ahora mismo de Internet me lo ha facilitado Twitter y si quiero estar al día de una nueva tendencia, un dispositivo o una aplicación, Twitter es mi fuente de información.

Irene: Yo soy 100% digital. Empecé mi trayectoria profesional en Yahoo, de ahí pasé a Google y ahora estoy en Facebook. Siempre he vivido una especie de dicotomía extraña porque el tiempo que me quita Internet, me lo devuelve por otra parte. Gracias a haber estado siempre en empresas tan punteras, fui de las primeras en hacer compras on line, sólo opero con los bancos a través de Internet y estoy conectada las 24 horas.

Pese al boom digital, Pepa comenta que “el 99% de los altos ejecutivos españoles todavía no están en redes sociales por miedo y desconocimiento”. Marisa concluye: “Es fundamental incorporar la formación digital en las escuelas y el gran cambio en España sería que todas las profesiones tengan un área de formación en Internet: cualquier profesión tradicional tiene que evolucionar hacia la fórmula digital”.

DATOS:

Marisa Toro destaca que, según los datos de Boston Consulting Group, el negocio de Internet impacta en el PIB español con 23.400 millones de euros

La directora de Comunicación de Google para España y Portugal, Marisa Toro, subraya en la tertulia que cuatro millones de españoles han comprado moda on line en 2010: “El 40% de los usuarios del comercio electrónico se han incorporado en el último año y medio. Un factor determinante ha sido la incorporación de Inditex. La facturación de venta on line en España ascendió a 1.200 millones de euros en 2010 y el 17% compró a través del móvil, dato bastante revelador de cuál es la tendencia. El 64% de los compradores son mujeres, lo que significa que también es importante el número de hombres activos en comercio electrónico. Los usuarios tienen entre 25 y 44 años, es decir, personas que están en un momento de plenitud en la vida”.

La directora de Facebook en España, Irene Cano, subraya la importancia de los estudios antropológicos de Robin Dunbar, que estudió el tamaño de las civilizaciones: “Los pueblos agrícolas neolíticos tenían una media de 150 personas, las legiones romanas tenían la misma media y, sorprendentemente, el número medio de amigos en Facebook es superior a los 130. Esto significa que las redes sociales son el reflejo de una realidad que ya existía y que permite a las personas reagruparse. Si para que un grupo funcione tiene que contar con una media de 150 personas, en realidad Internet está replicando lo que hizo el hombre desde que empezó a actuar en sociedad”.

Frases destacadas

Irene Cano:

“Estamos viviendo una revolución digital y todo se está socializando. El gran cambio es esta nueva forma de compartir y de comunicarse. Las marcas y las instituciones que quieran buscar gente que les escuche tendrán que ir donde la gente está: en los entornos sociales”

“Internet no entiende de género. El futuro está en manos de personas que sean innovadoras y se comprometan”.

Marisa Toro:

“Vivimos una revolución digital. No todos tenemos que estar ahí, pero si renuncias, te estás perdiendo información esencial y, según avanza esto, cada vez te perderás más”.

Pepa Romero:

“Después de la crisis, los negocios que no se adapten a la nueva realidad no estarán en condiciones de jugar en el tablero resultante. No por la crisis económica, sino por la revolución socio-tecnológica”

Marilin Gonzalo:

“Internet me ha cambiado la vida. He tenido muchas ofertas de empresas que quieren comprar mis tuits y nunca he aceptado. No me interesa. Mi comunicación en Twitter es mucho más valiosa que lo que me puedan pagar”.

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Mujeres por un Mundo Mejor

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Foto: Ainhoa Gomá

Vengo de Valencia, ciudad en la que he escuchado a mujeres de diferentes países en sus distintas lenguas contar situaciones muy similares. Valencia fue la ciudad elegida para el V Encuentro España África, Mujeres por un Mundo Mejor, donde desde hace 5 años, mujeres líderes de todos los países africanos se encuentran con sus pares europeas y del resto del mundo.

Estuve allí, junto a Icíar Bollaín, cineasta, contando lo que veíamos, invitadas a participar de esta experiencia. Las palabras de muchas de las mujeres con las que hablamos aún no se me van de la cabeza.

Michelle Bachelet

Fue una de las oradoras más aplaudidas, incluso antes de empezar a hablar en el estrado. En su primera visita como ex presidenta de Chile, habló de la necesidad de transversalidad en los temas de la mujer. Que de nada sirve crear un ministerio dedicada a la mujer si no implicamos al resto de ministerios en las políticas.


Discurso de Michelle Bachelet

Con una frase muy clara, definió qué nos estamos perdiendo al no contar con más mujeres: dijo que ella cuando habla con hombres les dice que se imaginen que el entrenador de la selección nacional de fútbol sólo llevase al Mundial a la mitad de sus jugadores, sería imposible pensar en ganar. ¿Por qué entonces dejar afuera de tantos ámbitos a la mitad de la sociedad?

En la entrevista que le hicimos dijo:

Siento que los que tomamos la decisión de llegar a la política, y lo digo desde mi caso, lo hice, y esto puede que suene raro en códigos más masculinos, lo hice desde el amor. Porque lo hice desde el sufrimiento tremendo que me generaban las injusticias, y luego sí tuve tiempo de pensar y de intelectualizar, cómo hacer para que esto no siga.

Ma. Teresa Fernández de la Vega

Destacable el espíritu y la fortaleza de la mujer delgada y de mirada viva, cuya figura bailando con mujeres mozambiqueñas hace 5 años es la imagen que en más medios se difundió sobre este encuentro. Fernández De la Vega ha logrado la permanencia de una cumbre de líderes de España y África, que si fuera de hombres, indudablemente habría sido portada de todos los periódicos. Con 52 países de África representados, ex presidentas europeas, premios Nobeles de la Paz, premios Príncipe de Asturias se reúnen todos los años a hablar de políticas en Salud, Educación, empoderamiento de la mujer y desarrollo económico mundial. Fernández de la Vega es una mujer que te estrecha las manos y te abraza cuando habla contigo y a la que le brillan los ojos cuando empieza a contar todo lo que aprende de estas mujeres.

Mary Robinson

La ex Presidenta de Irlanda, y la primera que accedió a la jefatura de estado en su país. Concreta, contundente, clarísima en cada una de sus palabras. ¿Podía ser de otra forma sabiendo que fue la primera mandataria irlandesa en dialogar con el Sinn Fein, la primera en visitar Ruanda después de la guerra civil y una incansable luchadora por los derechos humanos? Nos quedamos muy impresionadas después de hablar con ella.

In the peace treaties that have been signed, only 2.4% of signatures are women: it’s all men. And it’s usually bad men talking to bad men, with lots of publicity. And it’s women who suffer. So we need women at the table, women voices.

We are learning that the more women are there at decision making, the more there is focus on health, on children, on education, these are the issues that we put on the table, and studies show that when the government shows a good balance, it’s a better government.

Y estas fueron sólo tres de las 500 que había en Valencia. Wangari Maathai, Premio Nobel de la Paz y Presidenta del Green Belt Movement; Ellen Johnson-Sirleaf, Presidenta de Liberia; Graça Machel, Presidenta de la Fundación para el Desarrollo de la Comunidad; Tarja Halonen, Presidenta de Finlandia; Asha Rose Migiro, vice secretaria general de Naciones Unidas, Inés Alberdi, directora ejecutiva de UNIFEM; Thoraya Ahmed Obaid, directora ejecutiva de UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas); Navanethem Pillay, Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas; Rebeca Grynspan, administradora asociada del PNUD; Margot Wallström, representante especial de la ONU para la lucha contra la violencia sexual en situaciones de conflicto; Fatana Ishaq Gailani, fundadora Institución AFGH y Women Council; Somaly Mam, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional; Barbara Hendricks, premio Príncipe de Asturias de Artes, Inés Alberdi, directora ejecutiva de UNIFEM, Amelia Valcárcel, Consejera de Estado de España, . Enlazo a sus nombres las entrevistas que hicimos, no se las pierdan. Están todas en el canal de Youtube de MujeresMundoMejor.

Sólo algunas de aquellos cientos de mujeres, cuyos tocados y vestidos llenos de color contrastaban con las durísimas realidades que exponían, como un recordatorio sutil de que siempre habrá sitio para el espíritu alegre y la esperanza.