Ya pueden dejar de ofrecer jamones y decirme guapa en twitter. En realidad podían hacerlo desde anoche, cuando todos los miembros del jurado votamos entre los tres finalistas de cada categoría de los premios de Bitacoras.com.
Pensé que iba a ser más fácil pero tardé mas de una hora, visitando los blogs que no conocía y pensando en algún caso de elección difícil.
Mi mayor reto fue ser objetiva porque en varios casos los blogs son de gente que conozco. Estoy satisfecha porque cumplí lo que me propuse: no valorar a la persona sino al blog. Si tiene coherencia, si es regular, si es original y aporta algo nuevo, si es generoso y abierto, si es usable y legible, pero en caso de duda, lo que primaba fue considerar si su autor lo escribe con pasión.
No tengo más información, de verdad. He sufrido incontables presiones desde que se supo lo del jurado. Supongo que me enteraré de los ganadores en Sevilla, el sábado por la tarde, junto con muchos de vosotros. Que gane el mejor.
Mientras tanto, sigo buscando al que eligió esa foto para mi perfil. Si lo ven, me avisan.