Xerox invierte en el desarrollo de nuevas redes de contenidos

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El Xerox PARC (siglas surgidas de Palo Alto Research Center) es un mito viviente de los entusiastas de la tecnología. PARC fue una división de investigación que Xerox creó en los 70, en la que llegó a invertir más de 100 millones de dólares y de la que surgieron muchos adelantos tecnológicos que usamos hoy: el mouse, la impresora láser, la red Ethernet, la posibilidad de conectar entre sí ordenadores personales; la interfaz gráfica de usuario (GUI), posibilitando los íconos y las ventanas; el editor de texto WYSIWYG y una larga lista, en la que también entra el desarrollo del protocolo IPv6. Ha creado muchos de los estándares informáticos más usados. Su contribución a la historia de la tecnología de la información y del hardware es inmensa.

Como sabemos, algunos privilegiados, como Bill Gates y Steve Jobs pudieron conocer sus proyectos y se basaron en ellos para sus productos, lo que luego derivó en múltiples acusaciones de violación de copyright: Apple demandó a Microsoft y Xerox denunció a Apple, pero esta es otra historia.

Aunque a veces criticada por no haber sabido comercializar la innovación que producía, PARC tuvo un éxito impresionante y a causa de eso se separó de Xerox en 2002, convirtiéndose en una subsidiaria propiedad de ésta. Actualmente sigue siendo un espacio de investigación donde con la participación de socios comerciales (como Panasonic, Samsung, Huawei, Sony, Boeing o Motorola) trabaja en la tecnología que se usará de aquí a 5-10 años.

¿En qué anda hoy Xerox? Nadie mejor para contarnos esto que John Tripier, director de desarrollo de negocio que estuvo en Madrid ayer hablando con ALT1040 y otros medios. Tripier presentó las nuevas redes de contenidos en las que está trabajando Xerox: las CCN, Content-Centric Networks.John-Tripier-1-300x265

Tripier explicó que los principales problemas con los que se encuentra internet hoy son la distribución transparente de contenidos, la movilidad, la seguridad y la escalabilidad. Internet fue diseñada para comunicarse originalmente como una red «de extremo a extremo» pero hoy se ha convertido en una red de distribución para compartir contenidos multimedia, y se está congestionando cada vez más ante el volumen creciente de datos de este tipo que circulan a través de ella. «Si todo el mundo usara Netflix, la red colapsaría, no está preparada para eso ahora», dijo Tripier.

Las redes CCN distribuyen y entregan piezas de contenido a nivel de paquetes de la red, lo que permite un almacenamiento en la memoria caché automático y neutral con respecto a la aplicación, sin relación con el alojamiento en la red de estos contenidos. Una de las diferencias de esta red es que pone el foco de la seguridad en el mismo contenido y no en la red: al tener el contenido cifrado, con un sistema que sabe cómo manejar estos paquetes, la privacidad del usuario no se vería afectada.

Preguntado por la neutralidad de la red tanto en esta como en CDN, la red de Telefónica, comentó que se trata de otra tecnología, que también es un gran proyecto y que realmente la neutralidad de la red no depende tanto de los protocolos en sí como de la forma de implementación del sistema, algo que habrá que ver más adelante.

Hablando de Netflix y las dificultades actuales para que un sistema así funcione actualmente en España, Tripier se mostró optimista y dijo que ya llegará, que sólo es cuestión de tiempo.

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Este post fue publicado originalmente por mí en ALT1040.

Amigos de internet

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«Quiero hacer un artículo sobre las relaciones modernas, hablaré de tener amigos de internet». Está bueno el tema porque a todos nos ha pasado mil veces el tener que enredarse explicando que esa persona que conocemos tanto, que es tan cercana a nosotros, la conocimos vía internet, y probablemente nunca le hayamos visto en persona. Y si lo hicimos y tuviéramos que contar las veces que nuestras conversaciones fueron cara a cara, no lleguemos a nombrar más de dos. O una. O ninguna.

Eso debe haber pensado Susan Orlean, y publicó su lista de tipos de relaciones sociales en The New Yorker, que procedo a resumir, traduciendo libremente:

  1. El amigo «de toda la vida», el que conoces en persona, que invitarías a tu boda, ya me entienden.
  2. El «conocido», o amigo de tus amigos, que te cae bien, pero donde no hay un lazo demasiado fuerte. Con él te comunicas más a través de los medios sociales en internet. Normalmente no invitarías a esta persona a una fiesta pequeña en tu casa pero sí lo incluyes ahora en tu círculo social online.
  3. El amigo-amigo que conociste en Twitter o en Facebook o quién recuerda dónde pero que se convierte en la persona con la que hablas varias veces por día. No lo conoces en persona.
  4. El amigo del tipo 3, pero con quien has te has encontrado física y ocasionalmente una vez.

No es una mala clasificación pero me parece un poco simplista. Por supuesto, calificar tipos de relaciones es complicadísimo, porque todas las personas son diferentes y el lazo que construimos con cada una también lo es. Pero me parece que esta mujer cae en calificar amigos online y amigos offline.

Una vez titulé así un post que escribí sobre el tema, y luego cambié el título porque era exactamente opuesto a lo que pensaba. Sigo creyendo que simplificar las relaciones trayendo los esquemas antiguos nos priva de la riqueza de las redes en internet. Las redes sociales virtuales son diferentes de las redes sociales de quienes sólo se conocen cara a cara, dije en ese momento pero realmente esta es otra forma de clasificar dando más importancia al encontrarse físicamente que al hacerlo vía conversaciones e intercambio de ideas. Puestos a clasificar, prefiero considerar otros estudios, como el que clasifica a la amistad de acuerdo a su funcionalidad, porque no considera a internet otro mundo paralelo.

Llega un momento, sobre todo cuando pasas bastante tiempo conectado, que notas que tu vida no es una fuera de internet y otra dentro. Todo lo que me pasa a través de internet es tan real como lo que sucede cuando no estoy conectada. La única diferencia podría ser que la gente con la que me comunico por medio de internet comparte más, comunica más, en general, por ese medio. Sí, tengo amigos con los que me paso horas conversando enfrente de una taza de café, y me encanta eso. Tengo charlas de esas donde las horas de la madrugada se vuelan entre confesiones. Pero a veces es via internet, a veces es cara a cara, y a veces es por teléfono. ¿Tiene algún sentido decir: mis amigos de teléfono, mis amigos de chat, mis amigos de las tazas de café? Para mí, ninguno.

Foto: tzofia