Los Simpsons


Pueden gustarte o no, pero lo que no se puede negar es que Los Simpsons ha hecho historia: rompiendo todos los esquemas, se ha convertido en una serie de culto bastante inclasificable.

Con un humor cínico y a veces negro pero también creativo y original, lanza una aguda crítica hacia la sociedad y la familia norteamericana, y ha tenido cierta influencia sobre la cultura de la post-guerra fría. Ha sido pionera en cambiar la visión sobre los dibujos animados hacia un estándar más adulto.

Hace más de 15 años que está en pantalla, siempre con altos índices de audiencia. Ha sido traducido a muchos idiomas y emitido en casi todo el mundo, con similares resultados. He leído en algún sitio que en España, por ejemplo, actualmente es líder en el horario o día en que lo pongan. (Y eso a pesar de que cambian continuamente).

Con muchos guiños al espectador y referencias hacia otros ámbitos de la cultura actual, a pesar o a favor de ello ha sabido ganar público de todas las edades y de países muy diferentes. En sus 17 temporadas muchos famosos como Dustin Hoffman, Danny de Vitto, Elizabeth Taylor, Winona Ryder,Meryl Streep, Susan Sarandon, Tim Robbins, Pierce Brosnan, Paul Newman, Britney Spears, Paul y Linda McCartney, Kim Basinger, Isabella Rossellini, el escritor Stephen Hawking, el astronauta Buzz Aldrin y muchos más han prestado su voz para la serie, algunos caracterizándose a sí mismos, y otros insospechadamente ocultos detrás de personajes circunstanciales.

Sting, Aerosmith, Michael Jackson, Red Hot Chili Peppers, James Taylor, Cypress Hill, Cyndi Lauper, Elton John, Smashing Pumpkins, Sonic Youth, U2, R.E.M., también participaron cantando en algún episodio.

Ya se han anunciado las próximas dos temporadas, y la Fox está preparando la película de Los Simpsons para el año que viene. El principal atractivo es que los personajes serán de carne y hueso, y el trailer con la presentación en internet pone de manifiesto que no debe haber sido fácil encontrar actores que respondan a la carga imaginaria que se ha creado en torno a los mitícos personajes a lo largo de tantos años.

Y ya que hablamos de encontrar parecidos entre personajes animados y seres humanos: ¿alguna vez has pensado cómo te verías si fueras personaje de Los Simpsons?

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Programas gratuitos


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Ayer actualizó sus contenidos la que es, según Technochica, la base con mayor contenido de software libre o gratuito en castellano. Están disponibles diez CDs recopilatorios (Libre, Educación, Internet, Ofimática, Programación, Phyton, Utilidades, Web, Catalán-Valenciano) y tres DVDs (Libre, Juegos, Fuentes). También puedes mirar el catálogo y descargarte los programas individualmente.

El destello de la República

75º aniversario de la II República
El destello formidable de la República

Soledad Gallego-Díaz

Negarse a reconocer lo extraordinario de aquella experiencia resulta mezquino.

La República que se conmemora el 14 de abril tuvo personajes magníficos. Probablemente, como decía el periodista Hunter Thompson, hay momentos en los que sin que se sepa por qué la energía de toda una generación produce un destello formidable. Eso fue la proclamación de la II República española: un destello de esperanza en un mundo que todavía no conocía Auschwitz, ni Hiroshima ni el Gulag. Un destello magnífico cuando todavía las esperanzas estaban intactas. Negarse a reconocer lo extraordinario de aquella experiencia, como proponen los negacionistas del Golpe de Estado del 18 de Julio, resulta mezquino, no para la izquierda de este país, sino para el país entero. La II República no es hoy día la herencia de un partido, sino la herencia que dejó aquella generación, de la que se esperó mucho, a esta otra, a la que mucho le es dado, en uno de esos misteriosos ciclos de los que hablaba Roosevelt.

Uno de esos personajes formidables fue una mujer a la que no se cita frecuentemente entre los creadores de la II República, pero sin la que la Constitución de 1931 no hubiera incluido nada menos que el sufragio universal. La feminista Elizabeth Stanton decía que la República consistía en dar a los hombres sus derechos, nada más… «Y en darle a las mujeres sus derechos, nada menos». Y eso es exactamente lo que consiguió Clara Campoamor. El debate que propició aquella diputada madrileña, su herencia, sigue vigente hoy día: ¿se puede posponer el reconocimiento a la igualdad legal de las mujeres hasta que se produzca una modernización suficiente de la sociedad, encomendada a los hombres?

Muchos expertos, y expertas, estiman, por ejemplo, que no pasa nada por aprobar ahora en Irak, o en Afganistán, bajo la supervisión de las democracias occidentales, Constituciones que discriminan legalmente a las mujeres, a cambio de un acuerdo entre los principales partidos que saque adelante el país. Ésa es prácticamente la misma postura que mantuvo en 1931 Victoria Kent y contra la que se alzó Campoamor: «Nadie como yo sirve en estos momentos a la República», porque la República no puede sacrificar el derecho de media población, sea cual sea la moneda de cambio. Algo tan simple si se aplica a los hombres sigue siendo, sin embargo, hoy día motivo de discusión cuando afecta a las mujeres.

El voto femenino se aprobó, justo es decirlo, gracias a una extraña mezcla de socialistas y de grupos de derecha que compartían, seguramente, los argumentos de Kent. A Campoamor la izquierda le reprochó siempre la victoria de la CEDA en 1933 y el éxito del Frente Popular en 1936 no cambió nada. Nadie le pidió perdón. Ella no ocultó su amargura: «No espero que se eleve una voz, una sola, que desde ese campo de la izquierda, de quien hube de sufrirlo todo, por ser el único que ideológicamente me interesa, una sola voz que proclame que no fui yo la equivocada».

Clara Campoamor, hija de un contable y una modista, empezó a trabajar a los 13 años y entre los 32 y los 36 hizo el bachillerato y la carrera de Derecho. Murió en el exilio en 1972. Con su impulso, y el de otros hombres y mujeres, la II República aprobó la igualdad de derechos de ambos sexos, el acceso de la mujer a la vida pública, la abolición de la prostitución regulada, el derecho al aborto, el matrimonio civil y el divorcio de mutuo acuerdo, la supresión del delito de adulterio aplicado sólo a mujeres, la educación mixta, la protección a la maternidad, la equiparación salarial, la investigación de paternidad, el reconocimiento de hijos naturales y la patria potestad compartida. Prácticamente todos esos derechos fueron suprimidos por el franquismo. Es absurda la idea de que no importa lo que un hombre, o una mujer, cree. Claro que importa: importa lo aquellos hombres y mujeres que proclamaron la República creyeron y lo que creían quienes lucharon contra ella. Y es una indecencia pretender que lo ignoremos.

EL PAÍS – España – 14-04-2006

ADSL en España

El precio del ADSL en España es un 32% superior a la media de Europa occidental

La penetración de la banda ancha crece un 2,5%, frente al 4,4% de los países del entorno

Patricia Fernández de Lis – Madrid

EL PAÍS – Economía – 17-04-2006

España está a la cola en crecimiento en el acceso veloz a Internet y a la cabeza en precio: es el segundo país de Europa Occidental donde más lentamente avanza el ADSL y el tercero donde más cuesta (34,60 euros, un 32% más que la media europea). De hecho, en los 17 países estudiados por la consultora Forrester, el precio ha caído un 17% mientras que la banda ancha ha crecido un 4,4%. Los usuarios españoles de ADSL, además, pagan un 435% más que los que usan la banda estrecha, y también son los que más se quejan del servicio que reciben.

A finales de febrero había en España 4,1 millones de líneas ADSL, un 48% más de las existentes en el mismo periodo del año anterior, según datos de la CMT (Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones). El crecimiento no es suficiente, en todo caso, para que España pueda coger el velocísimo tren europeo de la banda ancha.

La consultora tecnológica internacional Forrester, que cotiza en el Nasdaq, ha publicado un informe sobre la evolución del acceso a Internet por alta velocidad en Europa Occidental, y su título lo dice todo: Las bajadas de precio y la competencia impulsan el crecimiento de la banda ancha en Europa. Según sus datos, la banda ancha creció un 4,4% de media en los 17 países estudiados (los Quince de la antigua Unión Europea más Noruega y Suiza) entre julio de 2004 y octubre de 2005, gracias a que los precios bajaron un 35% en el mismo periodo.

En el caso de Finlandia y Holanda, la caída de precios es tal que ya es más barato acceder a Internet con cualquier tecnología de banda ancha (como el ADSL o el cable) que hacerlo por la red telefónica tradicional. En Holanda, que es el país donde hay mayor penetración de la red veloz, el precio ronda los 17,5 euros.

La consultora resalta también el caso español, pero en negativo. Los españoles que acceden a la Red a alta velocidad tienen que pagar un 435% más que quienes eligen utilizar la banda estrecha, es decir, un módem y la red telefónica convencional. Los primeros pagan una media de 34,68 euros. Los segundos, 6,48 euros. España es el país de Europa Occidental donde la diferencia es mayor. La media europea es del 68% y, de hecho, en 11 de los 17 países, el precio está por debajo de 30 euros. «Este salto de precios reduce considerablemente el interés de los usuarios de la banda estrecha por pasarse a la ancha», dice el estudio.

En términos absolutos, además, el precio español es el tercero más caro de los estudiados, sólo por detrás de Noruega y Portugal. El precio se ha reducido un 23%, en todo caso, respecto al mismo periodo del año anterior.

¿Hasta qué punto afecta el precio al crecimiento de la banda ancha? «Es uno de los tres factores más importantes», asegura Lars Godell, analista principal de Forrester y encargado de este estudio. «Como hemos visto en estudios de años anteriores, los grandes recortes de precios han empujado la adopción de la banda ancha en los países con los mayores niveles de penetración», continúa. España es el segundo país (después de Grecia) donde más lentamente crece esa adopción: un 2,5%, frente al 4,4% de la media europea. «En España, los altos precios explican el endémico crecimiento del mercado», continúa. En Finlandia, por ejemplo, los precios han caído un 8%, y la banda ancha ha crecido un 7,8%. En Holanda, el coste cayó un 1% y el acceso veloz aumentó un 7%.

«En España, debe mejorar la competencia entre los operadores, y quizá sería buena idea que el Gobierno estimulara la compra de ordenadores y las conexiones en el hogar, como ya ocurre en otros países de Europa», opina Godell que, en todo caso, critica especialmente a los reguladores del mercado. «Deberían preocuparse más por los consumidores y los precios finales que por las tarifas de interconexión», explica.

República

El 14 de abril de 1931, España tuvo una oportunidad, y los españoles la aprovecharon. Pese a la brevedad de su vida, la II República desarrolló en múltiples campos de la vida pública una labor ingente, que asombró al mundo y situó a nuestro país en la vanguardia social y cultural. Entre sus logros, bastaría citar la reforma agraria, el sufragio femenino, los avances en materia legislativa de toda índole, la separación efectiva de poderes, las constantes y modernísimas iniciativas destinadas a difundir la cultura hasta en las comarcas más remotas, el decidido impulso de la investigación científica o el florecimiento ejemplar no sólo de la educación, sino también de la asistencia sanitaria pública, para demostrar que aquel bello propósito generó bellísimas realidades, que habrían sido capaces de cambiar la vida de un pueblo condenado a la pobreza, la sumisión y la ignorancia por los mismos poderes -los grandes propietarios, la facción más reaccionaria del Ejército y la jerarquía de la Iglesia Católica- que se apresuraron a mutilarlo de toda esperanza.

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También hay un nuevo periódico.

Citas en internet

Buenas noticias: el amor sigue siendo un misterio.

Ordenadores y el misterio de la atracción humana

DAVID LEONHARDT / THE NEW YORK TIMES
ELPAIS.es – 13-04-2006 – 00:56

En 1965, Elizabeth Brereton era una estudiante de primer año del Connecticut College y Robert Smith un alumno de segundo año en Wesleyan cuando pasaron a formar parte del que quizá fuera el primer servicio de citas informatizado de EE UU.

Se llamaba Operatión match, [Operación pareja] y enviaba cuestionarios a los campus universitarios. “Cuando entrabas en los colegios mayores, había montones”, recuerda Brereton. Los estudiantes puntuaban su aspecto, inteligencia e intereses en una escala del uno al cinco, y describían su cita ideal utilizando los mismos baremos. Devolvían la encuesta, junto con un pago de tres dólares, a las oficinas de Operación pareja en Massachusetts.

La idea surgió de un debate entre alumnos de Harvard, que se habían percatado de que los ordenadores habían posibilitado emparejamientos con más facilidad que la almidonada escena de citas del campus en los años sesenta. No tenías que preocuparte porque las circunstancias te impidieran conocer a la pareja perfecta en una fiesta. Dispondrías de una lista con la que trabajar.

Las respuestas de Brereton y Smith, como otras miles, eran transferidas a tarjetas perforadas e introducidas en un enorme ordenador Avco 1790, según las publicaciones de Harvard. Seis semanas después, el ordenador escupía listas de parejas para todo el mundo. Cuando Brereton recibió la suya por correo, la decena de nombres que figuraban en ella incluían a Smith, un alto futuro abogado de Nueva Jersey. Y la lista de Smith incluía a Brereton, una neoyorquina alta con aspiraciones de convertirse en trabajadora social.

Pero ninguno de los dos llamó al otro. Lo cierto es que Operación pareja nunca tuvo demasiadas posibilidades.

En aquella época, la potencia de los ordenadores era insuficiente. Para que un sistema de creación de parejas funcione, debe analizar instantáneamente los cuestionarios y permitir que los propios estudiantes se sienten frente al ordenador. Por supuesto, necesitaría Internet. Hoy en día, los anuncios personales en la Red se han convertido en un negocio de 400 millones de euros anuales. Ningún otro sector gana tanto dinero en Internet con las cuotas mensuales, ni siquiera la pornografía, según Júpiter Research.

Pero las páginas virtuales tienen sus problemas. Existen miles y miles de listados en las más grandes, como Match.com, y con frecuencia están plagados de exageraciones.

El negocio ya no crece tan rápido, así que, de pronto, la idea original de Operación pareja —la compatibilidad mediante la tecnología— ha vuelto a ponerse de moda.

De hecho, existe cierta sociología legítima en todo esto. Para empezar, las personas con orígenes raciales y religiosos similares realmente tienen más probabilidades de emparejarse entre ellas. Durante los primeros cinco años de matrimonio, las tasas de divorcio en EE UU para una pareja de la misma religión rondan el 24%, independientemente de qué religión se trate. Pero esa tasa aumenta a un 38% en el caso de un matrimonio entre un protestante y un católico tradicionales, y a un 42% en el caso de un judío y un cristiano, según Evelyn L. Lehrer, economista de la Universidad de Illinois, Chicago.

Los índices de divorcio también son algo más elevados en las parejas interraciales y en las que la esposa es como mínimo cuatro años mayor. Así, dos de las páginas, Chemistry.com y eHarmony, emparejan a personas con unos perfiles demográficos similares.

Los administradores de las páginas insisten en que no pretenden reemplazar el misterio de la atracción humana. “Esto sirve para intentar acotar, de modo que pases menos tiempo con personas con las que no hay absolutamente ninguna afinidad”, afirma Pepper Schwartz, sociólogo de Perfect- Match.

Pero el amor parece ser la última frontera en el debate entre el instinto visceral y la prueba concluyente.

Es difícil aceptar que un ordenador quizá sepa algo sobre el amor que nosotros desconocemos. Lo cual nos lleva a Elizabeth Brereton y Robert Smith, dos participantes de la Operación pareja. Pese a que sus listas incluían el nombre del otro, no se llamaron.

En 1969, cuatro años después de la Operación pareja, Smith acudió a una reunión de estudiantes de posgrado en la Universidad de Chicago.

Vio a una mujer que le atraía, y se presentó. Se llamaba Elizabeth Brereton. Cuatro meses después, estaban comprometidos, y llevan casados desde entonces.