Meterse en jardines

Meterse en un jardín es una de esas expresiones de mi adultez, de cuando vine a vivir a España, que me encantan. Porque hay peligro pero también algo de aventura. No te metes a la jungla, te metes a un jardín. Casi como ser periodista.

Este año me invitaron a Naukas a hablar del futuro. Pensé “qué guay”, pero cuando me preguntaron “¿cómo ves el futuro de los medios? ¿Podrías hablarnos de eso?” inmediatamente me dí cuenta de que me había metido en un jardín.

Estaba leyendo por esos días a Jane Jacobs y se me ocurrió que las ciudades se enfrentan a problemas similares a los del entorno digital en el que convivimos tantas horas.

Si los parques y los espacios públicos online tienen arquitecturas, ¿por qué no dejar de invertir tanto tiempo en campañas cortoplacistas de clicks? ¿Por qué no diseñamos para descubrir los beneficios que Jacobs descubrió en aceras, jardines y parques?

El código no es algo sólo de ingenieros. El periodismo debe buscar espacios donde las diferencias enriquezcan, donde el medidor no sea un contador de clics impulsivos, sino un fuelle que anime al conocimiento y al debate.

Está en juego el acceso a la información pública y el uso de los datos que generamos. Ambos pueden ser usados para fortalecer nuestras democracias y resolver nuestros grandes problemas, o para todo lo contrario.

Más en la tribuna que yo quería titular como este post, pero que para El País lleva «El futuro de los medios«.

Entrevistada por Prensa Ibérica

Una tarde de julio quedamos en el Café Comercial con una redactora de Prensa Ibérica que quería entrevistarme «para hablar de tu maestría en todo este galimatías que tenemos con las nuevas tecnologías». Me preguntó por tantos grandes temas diferentes, saltando de uno a otro sin que me hubiera dado la sensación de que se pudieran resumir en una sola respuesta, que me pregunté cómo saldría aquella entrevista y si no sería ella realmente un galimatías. Ella grababa y tomaba notas, pero yo me iba bastante por las ramas, como cuando empiezas a hablar de aquellas historias que te apasionan y no tienen ni principio ni fin.

Cuando casi me había olvidado de eso, la entrevista salió publicada un día de septiembre y me enteré por un amigo de mi hermano que le envió por WhatsApp una foto de la contratapa de El Faro de Vigo. Se fue publicando en esos días en todos los regionales del grupo, pero en digital la versión estaba cerrada así que sólo pude leerla cuando me la enviaron, con bastante temor. Hay algunas cosas que estoy segura que no dije con tanta generalización o matices que se perdieron en la transcripción, pero en general está bien resumido si ella ha tenido que comprimir la perorata que le dí. Sé entender la tiranía de contar caracteres en el papel. Lo que estoy segura que no hice fue citar a Pinker, empezando porque no me gusta nada y segundo porque eso que dice ahí que dije que dijo no se lo leí a él tampoco. Lo mejor de la entrevista es que ahora podré decir que una vez compartí contratapa con Juan José Millás. 

Si la queréis leer entera, aquí está la contratapa en PDF

I Encuentro Feminismo y Medios

El 20 de septiembre el Ayuntamiento de Madrid y la PDLI organizaron una jornada sobre Feminismo y Medios en la que participé en la mesa de innovación. Al entrar estaban presentando el documental “Spain On the Line”, sobre el acoso online a mujeres periodistas en España, realizado por el International Press Institute (IPI), en el que participé. Me conmovió pensar que un evento así, con este tema, dando voz a estas mujeres, en el ayuntamiento era algo imposible hace poco más de un año. 

Cuando voy a un evento, a las personas que más me interesa escuchar es a las que están haciendo cosas, a las que se parten día a día por sacar proyectos adelante, porque son las que tienen algo interesante que aportar. Suelen ser también el tipo de personas que menos tiempo tiene para ir a eventos. Pero cuando lo hacen y comparten su experiencia diaria resulta valiosísima. Eso sucedió en nuestra mesa de Innovación, donde estaban Rosalía Lloret, Carmela Ríos, Clara Jiménez y Ana Ormaechea.

Entre los temas, hablé sobre los mitos que hay en torno a la innovación. La innovación está asociada (entre otras cosas) a una idea de que es sólo tecnológica, y la tecnología está relacionada a un estereotipo masculino de emprendedor, joven, arriesgado, agresivo. Otro mito es que la innovación es un «lab» y no hablamos de innovación por ejemplo cuando hay que cambiar procesos de trabajo o convocar más mujeres en la dirección de proyectos. 

La Red Innova desde el backstage

Desde hace 2 meses soy parte de la organización de La Red Innova, un evento de tecnología e innovación que se presenta como el equivalente en el ámbito iberoamericano a TED y los Web2.0 expo en USA o LeWeb y DLD en Europa. Me llamó Pablo Larguía cuando ya habían empezado a trabajar hacía algunos meses, y me ocupé de la gestión y coordinación de la web y de la comunicación online, aunque al final todos fuimos un equipo muy participativo que aportó para la mayoría de las decisiones.

Para mí, que me interesa la tecnología pero no tanto desde el lado puramente técnico, sino desde el lugar donde ayuda a la comunicación y a la difusión de información y por ello interviene en el devenir social, ayudando a formar comunidades en torno a proyectos, éste ha sido un trabajo fascinante en el que desde luego he dejado muchas más horas de las previstas.

Han sido 60 días de literalmente no parar: la meta era un gran proyecto que estaba en la mente de Pablo y del que ya me había hablado hace un año una tarde de calor en un Giangrossi. Eso que transmitió a su equipo con su entusiasmo característico, tenía que hacerse realidad. No era fácil y sólo respiré después de las primeras horas del evento, cuando vi que todo rodaba y que todas aquéllas jornadas invertidas se notaban en esos momentos.

Estuve la mayor parte del tiempo justo detrás del escenario, en la parte de controles de audio y vídeo, y me perdí el hilo de la mayoría de las conferencias, pero tenemos el material grabado y en algún momento las veremos online. Tengo ganas de contar mil cosas más sobre el backstage, los speakers, los días previos y cómo se gestó cada detalle, pero quedaría un post demasiado largo.

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Siento mucha gratitud por haber trabajado con unas personas maravillosas, tanto el equipo al que me incorporé de Pablo (Pedro, Viviana, Inés, Sandra y Gabriel) como la gente que llamé y que hizo un trabajo excepcional: Eduardo y Manu de Hipertextual, Debbie Greenberg, Silvina Monge, Miguel Ángel Moro, Dithern. En mi lista de agradecimientos no puede faltar Mariano Amartino, que es una persona con un corazón gigante y muchas personas más que no alcanzaría a nombrar: los que nos dieron su crítica y sus opiniones, los que supieron entender que no estuve disponible para otros temas, los que simplemente nos dijeron enhorabuena, y los que nos tuvieron la comida preparada en casa cuando llegábamos tarde.

Ha sido un gran proyecto y lo mejor de esto es que recién empieza, el año que viene la cita también será en Madrid.

Foto: Rubén Díaz Alonso

Nota: Tengo el correo lleno de cosas por hacer así que si alguien está esperando respuesta a algo no extremadamente urgente les pediré perdón y que por favor esperen unos días más.