Sour

Maravilloso vídeo musical rodado para ‘Hibi no Neiro’ (Tono cotidiano) de Sour, perteneciente a su primer mini álbum ‘Water Flavor EP’. Los actores fueron seleccionados entre fans de Sour, de distintos países alrededor del mundo. Cada persona y escena fueron filmadas únicamente a través de su webcam.

Art in a new way

The duplicability of recordings has had another unexpected effect. The pressure is on to develop content that isn’t easily copyable—so now everything other than the recorded music is becoming the valuable part of what artists sell. Of course they’ll still want to sell their music, but now they’ll embed that relatively valueless product within a matrix of hard-to-copy (and therefore valuable) artwork. People who won’t pay £15 for a CD will pay £150 for the limited edition version with additional artwork, photos, booklet and DVDs. They often already own the music, downloaded—but now they want the art. They’re buying art, and they’re buying it in a new way. That suggests to me the possibility of a refreshingly democratic art market: a new way for visual artists, designers, animators and film-makers to make a living. So, as one business folds, several others open.

Brian Eno, aquí, via feastingonroadkill

Foto: Rooze

Viva internet

Viva la música libremente descargada, vivan los más de mil artistas que tengo en mi disco duro, vivan los amigos que me recomiendan música y con eso me regalan momentos gloriosos, algo que valoro mucho más que cualquier otro regalo material caduco.

Vivan las series en su idioma original, vistas a cualquier hora del día y de la noche, haciendo replay. Vivan todos los subtituladores anónimos que dejan que mi madre disfrute de películas que nunca llegaron a su cine. Viva Enrique Dans que no leo muy seguido pero que tiene mucha razón en lo que dice, y lo dice bien. Vivan los torrents, el p2p, y ya que estamos twitter, friendfeed, los compartidos de Google, el im. Todo lo que sirva para compartir, para dar. No somos nadie sin otros. Viva internet.

Chikilicuatre y Eurovisión

Rodolfo Chikilicuatre queda en el número 16. No lo seguí en la tele anoche ni estos días, pero no pude evitar observar con gusto el fenómeno que generó en internet y en diferentes públicos. ¿Cuándo sino iba yo a escribir dos posts sobre Eurovisión?

Si ganó o perdió no es el punto. Ya lo escribí aquí y no voy a repetirme. Aunque el Chiki Chiki me tenía un poco cansada (por fin desaparecerán todos esos banners rosas), hay que reconocer que desde que se presentó como candidato cuestionó muchas cosas, y son muy ciertas las palabras de Arturo: la ironía de Chikilicuatre no es para la audiencia de Eurovisión.

Mi momento preferido es cuando la gente argumenta que no les gusta: no pueden decir que es cutre. ¿Eurovisión entera acaso no lo es? ¡Chikilicuatre sólo ha ido a mostrar lo que era evidente pero no querían ver!

Chikilicuatre en Eurovisión

Más:
Otro debate: Chikilicuatre en capilla o de cómo lo público se pierde en el mercado, por Gonzalo Martín