3 respuestas a «Tokio»

  1. Haz como yo. Átate las muñecas con el cinturón al poste del autobús de la vida y que todo vaya tan rápido como quiera.

    Tal vez hayan momentos en que no estés del todo erguida o mirando hacia adelante y más de una vez simplemente estarás colgando, arrastrada. Pero seguro no dejarás de estar ahí, dónde pasan las cosas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.