Siete servidores españoles con trazas de Pegasus

Pedro Sánchez, mandatario espiado por Pegasus, mira su móvil | PSOE

En 2018 Amnistía publicó una lista de dominios maliciosos que estaban relacionados con Pegasus. Siete de ellos se localizaban en servidores en España. Se podría haber seguido la pista, claro. Pero nadie lo investigó. He preguntado a la Audiencia Nacional, al Consejo General del Poder Judicial, al Ministerio del Interior.

Amnistía también nos dice que ninguna institución española les ha contactado con respecto a eso. Los dominios tenían indicadores de compromiso de Pegasus, como determinó la investigación de Amnistía. Cuatro años después, las únicas investigaciones son las de cargos del gobierno y del ámbito catalán. ¿Quién investiga el resto esos 1.483 prefijos españoles infectados? Esta semana hemos publicado esta historia. Por cierto, me ha parecido que no hay muchas fotos de Pedro Sánchez hablando en su móvil.

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Guerra informativa en Ucrania

El papel de internet en la primera ciberguerra global está más relacionado con la desinformación y la propaganda que con los ciberataques. Algunos analistas ya plantean que internet puede ser un elemento fundamental en esta guerra. Nunca tantas personas habíamos visto una guerra en tiempo real a través de las redes sociales: inteligencia militar debatida en Twitter, soldados bailando, una adolescente que hace un Tiktok desde un refugio para contar día a día cómo es su vida bajo el asedio ruso. Elon Musk ha batido a duelo a Vladímir Putin. Jeffrey Lewis, un experto en inteligencia en fuentes abiertas cree que puede haber sido el primero en ver la invasión, cuando detectó y tuiteó un «atasco», en un movimiento de vehículos en la frontera de Ucrania con Rusia. Fue a través de Google Maps.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha convertido en el protagonista de esta guerra a golpe de vídeos desde el frente de batalla. Las imágenes y los vídeos que vemos en estas dos primeras semanas de guerra son tan inéditos, que los vídeos falsos o descontextualizados circulan fácilmente, y ya todo parece creíble. «El vídeo de Zelenski disparando en el parlamento no es de su campaña presidencial: es de una de sus películas», dice una de nuestras últimas verificaciones publicadas. ¿Qué ha pasado con esa ciberguerra que parecía que se nos venía encima en enero? Los expertos me dicen que no hay que subestimar, que las amenazas son persistentes porque se extienden en el tiempo y y que probablemente Rusia no ha sacado su mejor ciberarsenal por estrategia, que realmente no sabemos qué puede pasar más adelante. Lo que sí está funcionando es lo de siempre: censura, propaganda y relato. Y en esto internet siempre funciona si sabes cómo hacerlo.

He escrito sobre esto para Newtral: «El papel de internet en la invasión de Rusia a Ucrania: más guerra informativa que ciberguerra (por el momento)» [Archivo]

St. Jude: Judith Milhon

En una época en la que internet estaba dominada por los hombres, Judith Milhon, programadora autodidacta conocida como St. Jude, fue una ardiente defensora de los placeres de la piratería informática, el cibersexo y el derecho de la mujer a la tecnología. Su frase era «¡Las chicas necesitan módems!».

Fue miembro de Computer Professionals for Social Responsibility (Profesionales de la Informática para la Responsabilidad Social), un grupo que ella describía alegremente como una «comuna de programación izquierdista». CPSR creó el Proyecto de Memoria Comunitaria en 1973, que se considera el primer sistema informático público en línea.

Describió el hacking como un «arte marcial: una forma de defenderse de los políticos políticamente correctos, de las leyes demasiado intrusivas, de los fanáticos y de la gente de mente estrecha de todas las tendencias», en una entrevista concedida en 1999 a Michelle Delio, de Wired. El hacking, argumentaba, representaba «la elusión inteligente de los límites impuestos, ya sea por tu gobierno, por tus propias habilidades o por las leyes de la física».

Milhon desconfiaba de las jerarquías y le desagradaban especialmente los estereotipos masculinos asociados a los ingenieros y a los hackers de la zona de la bahía. Una vez comentó, tras visitar una reunión del Home Brew Computer Club en 1975, que había una llamativa falta de mujeres hackers de hardware, y que era frustrante ver la obsesión masculina de los hackers por el juego tecnológico y el poder.

Era periodista y fue editora de Mondo2000, «una publicación sorprendente para su época, que ayudó a dar a luz a una expresión creativa llamada cultura ciberpunk, una estética futurista y de ciencia ficción que interponía la piratería informática, la alta tecnología, el consumo de drogas, el sexo y la sensibilidad gótica».

No sólo bautizó a los cypherpunks sino que fue cofundadora del grupo, pero no se ha escrito mucho sobre ella. Murió en 2003.

Nina Simone, sobre ser libre

«I’ll tell you what freedom is to me: NO FEAR! I mean really, no fear. If I could have that half of my life. No fear!

(Te diré lo que es la libertad para mí: NADA DE MIEDO. Quiero decir realmente, nada de miedo. Si pudiera tener esa mitad de mi vida. ¡Sin miedo!)

-Nina Simone

Aquí puede verse online el documental sobre Nina Simone producido por Peter Rodis en 1970. Con entrevistas y actuaciones poco conocidas grabadas en el Westbury Music Fair, The Village Gate y otras localizaciones; y entrevistas personales a Simone, donde cuenta su visión personal sobre la música y sobre la vida.

Brecha digital: no vemos la misma internet

No todos vemos la misma internet

Hasta hace poco cuando hablábamos de brecha digital se usaban métricas de penetración de internet, cantidad de dispositivos o líneas de datos de ADSL entre la población, cantidad de personas que decían haber utilizado internet en el último mes. Esto hace rato que ha quedado atrás. En el mundo muchas cosas han cambiado y no es raro encontrar números bastante altos de porcentaje de líneas móviles en países africanos, donde un móvil con una conexión es algo básico para la supervivencia.

La brecha digital también se transforma, y ahora el precipicio se abre entre las formas en las que usamos la red unos y otros. Incluso en países donde casi todos tenemos internet, un grupo de la población, el de las personas mayores, se está quedando afuera y reclaman su inclusión.

El primer estudio con análisis masivo de datos de telecomunicaciones de un país entero, europeo, desarrollado, revela que con un acceso igualitario hay dos grandes grupos de comportamiento en la red, que sobre todo, están relacionados fuertemente con la renta media y el nivel educativo de la población. Cuando leí el estudio, enseguida me puse en contacto con dos de sus investigadores, Esteban Moro e Iñaki Úcar, para hacerles muchas preguntas. "Nosotros vimos que no todos veían la misma internet", me dijo Esteban.

Casi todo lo he dejado anotado en este reportaje para Newtral. [Archivo]

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Censura en redes sociales 2015-2022

Mapa de censura a redes sociales en el mundo 2015-2022

Los gobiernos de casi uno de cada tres países han censurado redes sociales desde 2015. La excusa es la seguridad, pero los cortes suceden en momentos de protesta social y conflictividad política. Sólo el año pasado se registraron cierres de redes sociales o apagones completos de internet en al menos 17 países, que afectaron a 250 millones de personas en todo el mundo.  Esto ha resultado en la paralización de la comunicación entre millones de ciudadanos en un año de pandemia y zozobra política.

Las redes más censuradas: Facebook, WhatsApp, Twitter

Las plataformas más censuradas desde 2015 según la base de datos del estudio de Surfshark, son Facebook (48), WhatsApp (42), Twitter (38), YouTube (36), Instagram (28), seguidas de otras como Telegram (21), Skype (20) y Messenger (17). El estudio también pudo identificar censura o bloqueos específicos de otras plataformas: Tiktok, Linkedin, Zoom, Tinder, Vimeo, Signal, Snapchat, Viber, Facetime, Duo, y Soundcloud. 

Todos los datos están en este artículo publicado en Newtral el 26/1/2022 [Archive]

web3 y descentralización

web3 y descentralización

Cuando algo me entusiasma demasiado, me siento incómoda. En cuanto busqué algo de información sobre la web3, había algo que me parecía demasiado seductor, el retorno a «lo bueno de la web1.0», la promesa, el entusiasmo de una comunidad de gente que quiere cambiar el mundo. Cómo no identificarse con eso.

Pero había algo que no cerraba. ¿Cómo funciona la lógica que predica distribución del poder y la igualdad de oportunidades y la democracia pero pone en el centro el poseer (aunque lo que compres sea un certificado digital virtual)?

Dicen que el truco de los ilusionistas funciona sólo si no sabes hacia dónde poner tu atención cuando miras. En momentos en los que la web3 propone una internet descentralizada, pensé que deberíamos poner el foco en saber cómo están funcionando los mecanismos basados en estas tecnologías en relación a la distribución del poder.  

Escribí «La internet descentralizada: ilusión o quid de la web3» para Newtral [Archive]

Foto de Shawn Stutzman en Pexels