Perrea, perrea

Con Eurovisión me pasa todo lo contrario que con otros fenómenos de este país: seis años aquí y cada vez entiendo menos el atractivo que tiene.

Para los que me leen desde fuera, Eurovisión es básicamente un concurso anual de música retransmitido por TV, donde cada país presenta un candidato y por medio de votaciones en todo Europa se elige al ganador.

Nunca pensé que iba a escribir un post sobre Eurovisión, que no me interesa y que además me parece patético, algo que incluso va en contra de la música, hasta que llegó Rodolfo Chikilicuatre.

Este año, el año en que el público pudo votar para elegir al candidato de España, tenemos candidato freak. La broma que trasciende su esfera de surrealismo y logra ser realidad como hecho oficial.

El Chiki Chiki en realidad es un antisistema. Muchos lo han votado para que se cargue Eurovisión como concepto, para que quite las máscaras de todos los que todavía creen que hay algo que salvar.

Como cuenta Berto, ya lo dijo el mismo presidente de Cantabria en Buenafuente: «Si hay que hacer el ridículo, hagámoslo bien.»

El éxito en la viralidad del Chiki Chiki tiene muchos matices fascinantes:

· Chikilicuatre rompe completamente con la banalidad y el uniformismo de todos los candidatos, es radicalmente diferente, choca con el modelo de cantante que esperamos ver ahí. Es algo parecido a lo que pasó hace dos años con los Lordi.

· Chikilicuatre se ríe de esas reglas no escritas, pero no lo hace desde una posición de superioridad, sino desde su mismo nivel. Chikilicuatre nos está diciendo a la cara «Yo no soy lo que todos consideran buena música y sin embargo estoy aquí, y es tan legítimo que esté yo aquí como que estén todos los demás».

· Chikilicuatre es una broma, pero nos representa. Lo hemos elegido, contra el buen gusto musical. Pero ¿acaso lo que veníamos escuchando hasta ahora, esas canciones idénticas y ñoñas, nos representaban? ¿Acaso no eran esas las verdaderas bromas?.

· Chikilicuatre ha cambiado algo. Pero me temo que paradójicamente, como fenómeno típico postmoderno que es, quizás no cambie nada en el fondo y sólo logre reformar y hacer seguir existiendo a aquello que justamente desea destruir.

Cosas que aprendí en twitter

Twitter

Después de más de un año tuiteando he aprendido varias cosas, sobre todo sobre las relaciones personales en Twitter y la forma en que actuamos ahí. Algunas que apunté rápidamente:

· Seguir a alguien es una decisión muy personal

Nunca pido a alguien que me siga o que siga a otra persona. (A veces he preguntado a algunos amigos por qué me agregaron hace tiempo, pero sólo porque me causa curiosidad).

Seguir a alguien es muy personal. Está estrechamente relacionado con la forma en que cada uno usa twitter y eso entra en el espacio de libertad de cada uno. Es como que alguien te diga qué feed agregar en tu reader, qué radio escuchar, qué canal ver, qué amigos agregar en tu im, o hasta cómo manejar tus tiempos.

· Si alguien te deja de seguir o te sigue, no quiere decir nada más que eso

No es bueno hacerse películas. Hay quienes siguen solamente a quienes conocen en persona, hay quienes siguen a todo el mundo, hay quienes intentan mantener un número bajo en la gente que siguen para que su timeline no vaya tan rápido (mi caso).

Yo sigo a gente durante un tiempo y muchas veces las dejo de seguir pero pongo su rss en mi reader, y en vez de leerlos diariamente, los leo semanalmente. Y voy cambiando de followings periódicamente.

· La cantidad de followers está sobrevalorada

Cada vez me convenzo más de que tener más followers sólo te hace más escuchado, pero no agrega nada a la calidad de la conversación que tengas.

Más followers sólo podrán significar que cada vez tengas que tener más cuidado con lo que dices, pero te descorazonará el hecho de que no puedas conversar con todos, o conocerlos a todos. En mi experiencia, seguir a más de 150 twitters activos es técnicamente imposible. (Si en tu timeline tienes a twitterholics que están entre los primeros cien como @mmoroca ya te imaginas)

Piensa realmente qué quieres con más followers, piensa si sólo estás buscando un número en tu perfil. Si quieres que alguien en particular te escuche, envíale un reply: aunque no te siga, te leerá. Si es algo privado, envía un email.

· Los followings son la clave de twitter

Es de tus followings de donde sacarás inspiración. No importa que no te sigan, no volvamos al punto anterior. Quizás sólo escuchándolos, siguiendo sus enlaces o participando de la conversación vía otros medios (blogs, email), tengas acceso a muchas pistas o ideas.

· No hay reglas

No sirve poner reglas en twitter. No las tiene y no serás tú quien las ponga. Tiene vida propia, somos todos nosotros, nosotros decidimos qué es y cómo lo usamos.

Otra que he observado que las personas que te dicen «no hagas tal cosa en twitter» harán eso contra lo que predican tarde o temprano.

· «No a twitter como chat» (¿quién lo dice? volver a punto anterior)

Si no te gusta el uso que alguien hace de twitter, no lo sigas. Sin embargo, Twitter es una conversación pública y debes tenerlo en cuenta. Si es una conversación con replies entre dos y se hace demasiado larga o privada, o piensas que no tiene interés para el resto, por cortesía, mejor seguirla por im.

· No creas demasiado lo que oyes en twitter

Nunca presupongas nada en twitter. Twitter lo amplifica todo, es un terrible altavoz. Si crees haber entendido algo mal, pregúntalo directamente, vía pública o privada. Twitter debería traer una advertencia antes de hacer tu cuenta, que pusiese algo así como «No apto para paranoicos». Como todo en esta vida, tampoco hay que tomárselo demasiado en serio.

Links
Eres fan de Twitter? (excelente recopilación de enlaces útiles)
Why I am hooked on Twitter
Twitter in plain English

Foto: ~Ilse

Entrevistada

David Alayón, de PisitoenMadrid nos hizo esta entrevista sobre el Twittmad. Pensaba contestar corto, pero al final me pongo a escribir y no puedo parar.

Nos habían pedido una foto de cada uno, pero yo pedí que pusieran esta, que es una mis fotos preferidas de los twittmads. Hecha por Mauro, por supuesto.

El debate sobre el debate

Con mucha expectación, porque desde hace 15 años no se realizaba uno similar, anoche se hizo el primer debate entre dos de los candidatos a presidente de España, José Luis Rodriguez Zapatero y Mariano Rajoy.

En estas elecciones, una ciudadanía, que por lo menos en su versión cibernauta se revela más activa, viene observando con interés la actitud de uno y otro partido, y exigiendo participación directa en las elecciones.

El debate digital en internet, ese debate que era demasiado bonito para ser verdad, no ha sido posible. Los partidos han pactado un debate milimétricamente medido y sin preguntas de la prensa. Sepamos leer esto como el miedo que todavía tienen la mayoría de los políticos a internet, a las preguntas directas de los ciudadanos y a salir de la burbuja protectora de los asesores de imagen y discurso.

El debate de anoche fue previsible, en el sentido de que cada uno vio en su candidato lo que ya sabía. Las posiciones sobre los temas son bastante claras, pero el problema fue que no hubo realmente comunicación ni debate, sino sólo leer los puntos clave de cada uno, ignorar los del contrario, acusar y negar las cifras del otro.

Yo seguí el debate con la tele puesta en TVE1, los dedos puestos en el teclado de mi laptop en Twitter y leyendo el mashup que creó ADN.es para estas elecciones, y que empezó a probar en este debate.

Como muchos eventos que tuiteamos, empezando por cualquier zapping hogareño, aquí tuvimos un espacio para expresarnos. Dejamos de ser esos espectadores sujetos a lo que ellos tienen para decirnos, y fuimos un poco más interlocutores válidos de lo que veíamos. Si ellos no quisieron hacerlo por internet, en cierta forma, nosotros sí nos enriquecemos con las impresiones que oímos de otras personas en la red. Y además no tuvimos resaca de debate esta mañana porque anoche ya tuvimos el debate del debate via twitter.

Anoche las posiciones estaban bastante repartidas sobre quién había ganado. Cada uno vió lo que le gustaba. En España hay mucha tendencia a votar al partido y a no discrepar. Los medios enseguida mostraron sus colores, ellos sí vieron ganadores.

Yo creo que en realidad no ganó ninguno. Es un debate que no habrá convencido a los que tenían su voto elegido, ni tampoco creo que defina a los indecisos. Todo lo que se han dicho lo sabíamos antes, las posturas políticas con respecto a vivienda, educación, inmigración, terrorismo, ya las conocíamos desde hace meses.

Somos nosotros los que nos hemos perdido la oportunidad de haber tenido nuestro debate con participación directa, mientras ellos vuelven a quedarse fuera del diálogo con sus ciudadanos, por más facebooks que sigan creando.

Links
Transcripción y player del debate en RTVE via post de Caspa.tv

La edad de los twitteros

La edad promedio de los twitterers está alrededor de los 30 años. Es una percepción compartida, y ahora también es el resultado de un sondeo rápido que se hizo ayer en twitter.

He hablado con muchas personas curiosas de saber lo que es twitter, y en la mayoría de ellas observo ciertas imágenes preformadas. Piensan que:

es un chat
– básicamente es para perder el tiempo
– está lleno de adolescentes

Tengo mis objeciones con respecto a los tres puntos, aunque particularmente con el tema de la edad yo veo una franja que está un poco más arriba de los 25 años, y es una de las cosas que me llamó siempre la atención.

@eduo se preguntaba una vez por qué, dado el espacio limitado de caracteres, no se daba en twitter el fenómeno de la escritura tipo sms, y me parece que puede estar relacionado con esto.


@zenaweist contó ayer que había estado en una reunión de una consultoría sobre comunicaciones, y allí alguien dijo que Twitter no estaba en los planes porque era para jóvenes. Ella tiene 40, es una twittera empedernida y no estuvo de acuerdo. Empezó a preguntar las edades en twitter. Alguien sugirió hacer una encuesta y muchos retwitteamos. Hoy publica los primeros resultados:

La edad promedio de 120 twitteros es de 37 años.

El más joven dijo tener 14 años y el más viejo, 68.

Como ella misma lo aclara, la encuesta no es científica ni podría llamarse una encuesta objetiva porque se hizo entre sus amigos y conocidos y porque fue voluntaria, pero ella también tiene esta percepción de que la franja de edad anda por los 30 años.

Zena continuará actualizando la encuesta si le siguen llegando datos, así que si tuiteas y todavía no lo hiciste, estás a tiempo de mandar un @reply con tu edad.