Google Play Music

La distribución de la música en internet tiene un campo prometedor por recorrer, en el que ya están moviéndose muchas empresas y artistas. Obviamente Google no quiere quedarse fuera de eso y ayer abrió su servicio de música, Google Play Music, para Europa, agregando funciones a su app para Android.

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Además de Spotify, el referente obligado en este nuevo modelo de distribución online de música, en Bitelia hemos analizado otros servicios similares como Deezer o Grooveshark y también veremos aquí qué trae el servicio de música del gran Google, que hace un año lo lanzó en Estados Unidos, y desde ahora podemos probar también en España, Francia, Alemania, Reino Unido e Italia. Google Play Music ha firmado acuerdos con grandes discográficas: Sony Music, Warner Music, Universal Music y Emi, más varios sellos independientes.

Qué podemos hacer con Google Play Music

Google Play Music es un servicio en la nube por el que se puede escuchar música mediante streaming,comprar canciones o álbumes, y almacenar hasta 20.000 temas que tengamos en nuestra librería musical, para poder acceder después a ella desde cualquiera de nuestros dispositivos, hasta 10 por usuario. Google Play Music realmente cumple con lo que ofrece y la música que compres se puede descargar posteriormente para guardarla donde quieras, sin DRM y sin trabas, haciendo valer un reclamo ciertamente controvertido: Set your music free.

La carga en la nube de tu librería musical se realiza mediante un programa propio llamado Music Managerque tienes que instalar. El sistema es como el de Amazon Cloud Player, con la gran diferencia de magnitud del almacenamiento al que Google nos tiene acostumbrados: las 250 canciones que permite importar Amazon se nos hacen pocas al lado de las 20.000 que nos deja subir Google gratuitamente, y que es la característica que hace destacar a este servicio.

Los precios son similares a los que nos tiene acostumbrados iTunes, Spotify o Amazon y rondan en torno a un euro (o 1,29 dólares) por canción por ejemplo.

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En la tienda de Google Play, además de las aplicaciones Android, películas y libros, ahora veremos la sección Música, donde podremos buscar todas las bandas y álbumes que queramos comprar. Cuando Google Play Music se lanzó en Estados Unidos hace un año había canciones gratuitas, pero en este lanzamiento europeo no las hay. La clasificación por categorías (aún) no está muy afinada, ya que por ejemplo entrando en Comedia podíamos encontrar a Justin Bieber, Mariah Carey y Michel Bublé; será algo que tendrán que pulir.

Debemos decir que el resto de la plataforma funciona muy bien: tanto el streaming como la subida y descarga de música son rápidos y van fluidos. Una opción muy buena que tiene es la de compartir la música que has comprado con tus círculos de Google+, y de esta manera, tus contactos tienen la oportunidad de escuchar de forma completa las canciones que compartas, aunque sólo una vez.

Novedades en la app de Android

google-play-music-en-Android-300x225-3Google Play Music agrega una serie de nuevas funciones en su app de Android, y la más interesante es probablemente el soporte para la reproducción offline. También incorpora lo que llaman «Instant Mixes», para crear rápidamente listas de reproducción basadas en los últimos temas escuchados, y otra novedad es la de la reproducción sin silencios entre tema y tema (gapless playback). Google Play Music para Android es gratuita y compatible con Android 2.2 Froyo o superior.

Cómo empezar a usarlo

Lo primero es ir al sitio web de Google Play Music. Allí al empezar, después de ingresar con nuestra cuenta de Google, lo primero que nos pide son los datos de nuestra tarjeta de crédito o débito para activarlo, aunque no se nos hace ningún cargo por esto.

Una vez que lo hacemos, tendremos que bajar Music Manager para poder subir nuestra librería a esa espaciosa nube de Google Play Music. Por ejemplo si usas Mac, te preguntará dónde guardas tus canciones: en iTunes, en la Carpeta Música o en otras carpetas. Atención con este paso porque luego te preguntará si ese será el lugar donde buscará luego para subir temas automática y constantemente, y tienes que recordar que después de las 20.000 canciones ya no es gratuito. Si tu disquería es grande, la subida puede tardar un tiempo, y el sistema te dará entonces la opción de escuchar un poco de música mientras termina.

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Una vez dentro podrás ver todas tus canciones, ordenadas por álbum, artistas, canciones y géneros. También tienes a mano las listas de reproducción formadas por las canciones que has puesto en cola, a las que has dado un thumbs up (pulgar arriba), las últimas agregadas, las compradas, las compartidas por tus amigos y las recomendadas por Google Music. Abajo de la página se ve el reproductor, con los botones e información del tema que se está reproduciendo, a la misma manera que en Grooveshark por ejemplo.

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Sus Labs

En Google Play Music hay una pestaña con Labs, funciones experimentales que Google va probando en sus productos. En este servicio por el momento hay 4:

  • Desktop Notifications (Notificaciones en el escritorio): Para saber, cuando comienza una canción, qué es lo que está sonando, despliega una notificación en tu escritorio con el nombre, artista, título del disco e imagen de la tapa. Sólo se puede usar en Chrome.
  • HTML5: Para poder escuchar música sin usar Flash. Funciona en Chrome, Safari 3.1+ e IE9+.
  • Star Ratings: Para cambiar la forma de dar puntos a las canciones, en vez de los pulgares que vienen por defecto, podemos hacerlo con estrellas.
  • View Track Comments (Ver comentarios de las pistas): Habilita un campo de comentarios que puede verse y ser editado al reproducir cada canción.

Artist Hub

Algo que pasó un poco desapercibido en su lanzamiento es una de las oportunidades que considero más interesantes: la posibilidad que da Google Play Music a casi cualquiera de vender su música. Además de haber firmado acuerdos con las principales discográficas y cientos de sellos indie, Google Play Music ofrece a artistas independientes su Google Play Artist hub, una forma de que puedan vender directamente su música a quien quiera comprarla. De esta manera es posible tener su propia página en la Google Play Store y decidir el precio y la publicación de sus álbumes.

Para darse de alta es necesario pagar una tarifa de 25 dólares, que les permite publicar un número ilimitado de contenido original. Una vez que se completa este paso, no se puede cambiar el nombre del artista ni la dirección de correo electrónico asociada al mismo, así que mejor tener esto pensado antes de abrirla.

Lo que no nos convence

Todo sería maravilloso, si no hubiera algo que nos genera dudas. Hicimos algunas pruebas sobre la cantidad de datos 3G que gasta escuchar canciones con Google Play Music, y estos fueron los resultados:

  • En un paseo de 20 minutos, donde conectamos el 3G y escuchamos 3 canciones, Google Play Music usó 44 MB de datos. Las canciones estaban a la máxima calidad, 320kbps.
  • La canción de Adele, Rolling in The Deep, original a 320kbps pesa 8,76 MB. Después de escucharla medimos y vemos que ha consumido algo más de 7 MB, prácticamente lo que pesa la canción. La misma prueba con el servicio de Spotify consume 4 MB, a misma calidad, casi la mitad de consumo.

Casi 10 MB por canción de gasto de datos cuando estamos en 3G es algo que puede desalentar a quien no tenga un plan ilimitado de datos.

Una opción por supuesto, es usar el modo offline, que es una de las novedades de la app móvil, pero aquí empezamos a restar espacio disponible en nuestro móvil. Por otro lado, aunque no uses el modo offline, la primera vez que reproduces una canción Google Play Music la guarda en el caché, por lo que debes saber que allí también estarás ocupando espacio en tu smartphone.

Conclusión: un 7,5/10

Sin dudarlo, tener 20.000 canciones en la nube es un gran regalo, y poder acceder a ellas desde todos los dispositivos es maravilloso. El hecho de que luego realmente puedas bajarlas otra vez, traerlas y llevarlas, sin DRM, dándote control REAL sobre lo que compras (algo que también fue una sorpresa para Ricardo Galli, que lo probó en Linux) me parece fair play y un modelo que sienta buen precedente.

La interfaz del navegador está cuidada y es muy fácil de usar, y la subida y bajada de los archivos es rapidísima. Esas son las primeras impresiones de una idea genial pero que quizás le falte afinarse en la ejecución, como hemos visto más arriba con la cantidad de datos que consume cuando reproducimos usando 3G en el móvil.

Por otro lado, me pregunto si como consumidores de música no estamos un poco más allá de la descarga de canciones… Mi impresión es que al final es un servicio de compra al mismo precio que otros, bien implementado (y por eso lo usaré), que me ofrece gran cantidad de almacenamiento de mi librería. Pero me quedo pensando que por el precio de 5-10 canciones por mes (unos 10 euros), puedo tener mucho más en un servicio de streaming online ilimitado como Spotify, que no me pide pagar por la descarga si lo voy a escuchar desde la nube.

¿Pagar por la descarga individual de canciones o pagar por el acceso a un catálogo inmenso en todo momento? Hay posibilidad de las dos: mientras Spotify me cobra una «tarifa plana» a modo de suscripción para acceder a lo que se me ocurra o a artistas que aún ni siquiera conozco, Google Play Music me «regala» almacenamiento y me deja subir mis canciones gratuitamente, pero me cobra la venta de cada una de las que quiera escuchar (y no tenga ya).

Dependerá de la opción que cada usuario prefiera de acuerdo a sus circunstancias (y me gustaría escuchar sus opiniones), pero desde luego que teniendo cada vez más acceso permanente a internet (conexiones de banda ancha o fibra en hogar y oficina, y 3G estable en el móvil) la opción de almacenar archivos gastando espacio y recursos en moverlos se hace obsoleta e innecesaria para muchos de nosotros.

Google Play – Music from John Douglas White on Vimeo.

Esta reseña fue publicada originalmente por mí en Bitelia.

 

Audiobooks o cuando los libros no son sólo texto

En estos tiempos en los que el transporte cotidiano de un lado a otro en las ciudades suele quitarnos más tiempo del que quisiéramos, los audiobooks o audiolibros son una opción interesantísima para no dejar de leer por falta de horas de sofá. Cuando pensamos que un libro no tiene por qué estar hecho de papel, empezamos a encontrar otras opciones para disfrutar de obras largas o cortas, pero que de otras maneras se nos haría complicado leer.

Un audiobook es básicamente la grabación de un texto leído. Si es su autor quien lo lee (atención editores que publican en digital) tenemos un extra en la experiencia de lo que nos está contando y una oportunidad de acercarnos al escritor a través de una sensibilidad diferente. Aunque también existen programas que reproducen texto en modo de audio, que «leen», con una voz más o menos robótica. No recomiendo para nada usar esta modalidad para lecturas de ocio o placer, a menos que sea absolutamente necesario, pero es bueno tenerlo en cuenta para, por ejemplo, un documento que necesitemos tener leído y no tengamos el espacio, tiempo o las condiciones para hacerlo.

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Aquí de todas maneras, me referiré a los audiolibros como una forma alternativa de estar en contacto con autores y sus libros, sobre todo para quienes ya no tenemos el tiempo de sentarnos a disfrutar un libro durante un par de horas y cada vez más vemos en las opciones digitales disponibles soluciones maravillosas para no perder el contacto con obras literarias.

Algunas personas dicen que no se concentran de igual manera con el sonido de la lectura que con el texto, pero esto depende un poco del contexto en el que lo usemos. Si ya no tenemos vidas que nos permiten horas de lectura, no deberíamos renunciar a conocer nuevos libros o autores por eso, justamente en una época donde se publica más que nunca y hay tanto por descubrir.

Un ejercicio que te propongo: cuenta al final de tu día o semana cuántas horas pasaste en las siguientes situaciones:

  • Transporte público o atascos de tráfico
  • Horas de gimnasio, o de ejercicio, o corriendo en el parque
  • Limpieza y orden en el hogar
  • Salir a pasear el perro
  • Ratos muertos: salas de espera, médico, trámites varios.

Suma las horas y dime cuántos libros escucharías en un mes con este sistema. Estoy segura que más de cuatro.

Recursos para empezar

Hay mil formas de encontrarnos con los audiolibros y utilizar este sistema para nuestras lecturas, dependerá de los dispositivos y formatos que usemos, pero vamos a recomendar aquí algunas opciones para quienes quieran empezar a escuchar a sus autores favoritos.

  • Apps para smartphones: Audiobooks es una aplicación disponible para tanto para Android como paraiPhone y iPad. Con un catálogo de 5.154 audiolibros gratuitos en iOS y más de 2.800 para Android, permiten acceder a los libros por stream o descargándolos y por supuesto, cuando vuelves al libro, encuentras la «audiolectura» en el punto en el que la dejaste. Para darse cuenta de la cantidad de opciones que tenemos sólo basta hacer una búsqueda con la palabra «audiobooks».
  • Audible.com es una compañía de Amazon que pone 100.000 títulos a disposición de los lectores de Kindle u otros dispositivos con el sistema Whispersync for Voice, que permite cambiar entre la versión de texto en el Kindle y el audiolibro, de modo que si estamos leyendo «con la vista» en casa y tenemos que salir, podemos pasar a la versión audiolibro para seguir escuchando la lectura a partir de allí, y volver al libro escrito cuando queramos. Además para que estés satisfecho con lo que compras, te permiten devolver el libro durante los siguientes 12 meses después de que lo hayas comprado, sin hacer preguntas. Tienen distintos planes, pero para empezar hay un período de 3 meses por el que cobran 7,49 dólares. Pasados esos meses, la cuota mensual son 14,95 dólares, con la posibilidad de acceder a un audiobook por mes.
  • Spotify: Con el gran servicio que provee Spotify y un plan de suscripción por 10 euros/dólares por mes que permite escuchar audio desde el móvil en modo offline, es lógico preguntarles por la idea de audiobooks para Spotify como un servicio agregado o diferenciado de las pistas de música. Pero la compañía ha dicho que prefiere enfocarse en el mundo de la música y no en el editorial, pese a nuestras ganas de tener un Spotify Audiobooks. De todas maneras, muchas de sus pistas no son canciones sino libros locutados y haciendo una búsqueda en la aplicación podemos encontrar audiobooks, en general clásicos u obras de dominio público.

Foto: josemanuelerre

Este post fue publicado originalmente por mi en Bitelia.

 

Maily: el email seguro para niños desde iPad

Maily-100x100Maily es el primer email para niños que permite que se comuniquen independientemente con sus familiares y amigos. Lo primero que se preguntarán muchos padres es por su seguridad. Y es que una de las inquietudes permanentes de quienes tienen niños a su cargo es ese difícil equilibrio entre la libertad y la seguridad: hacer conocer el mundo a sus pequeños sin que corran riesgos. Al fin y al cabo, y conseguir ese balance entre evitar frenar su curiosidad y sus ganas de comunicarse con otros; y esa lógica preocupación por los riesgos que pueden existir en un entorno abierto donde nuestro hijo se pueda encontrarse expuesto a desconocidos sin nuestra supervisión.

Maily resuelve esto de una manera muy eficaz, porque permite que configuremos una cuenta para los pequeños muy pequeños (incluso si no saben escribir, porque permite que envíen dibujos y no necesitan saber leer para usarla) y mantengamos el control sobre la misma. Los niños desde los 4 años de edad podrán entrar en la app libremente, dibujar o agregar texto y fotos y finalmente enviar sus composiciones a los contactos que preconfiguremos en su cuenta. Podemos establecer que la app nosnotifique cada vez que el niño envía un mensaje e incluso autorizarlo.

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La aplicación es muy divertida e intuitiva para los niños y tiene varias opciones. Permite dibujar con una paleta básica de colores que incluye pinceles y lápices, escribir textos con el teclado, incluir imágenes de personajes y objetos ya hechos, hacer fotos con cualquiera de las cámaras del iPad (por defecto sale la frontal), con opción de timer y establecer fondos para los mensajes.

Todos los contactos a los que los niños envían los dibujos o mensajes pueden contestar desde la aplicación y sus mensajes también serán vistos por nosotros. En el nuestra bandeja de correo iremos viendo todos los emails que se han enviado y a qué contactos, y tenemos la opción de seguir agregando o quitando contactos, así como de configurarlos con una foto propia o un apodo por el que el niño los conozca. En la galería abajo hay más capturas de pantalla para que veáis cómo se ven los mensajes desde el panel de control del adulto, cuál es el email que reciben y cómo los ven los niños.

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Una aplicación pensada para el iPad y que sin dudas explota todas sus posibilidades y la facilidad e intuición de los niños para usarlo, y también una forma excelente de empezar a familiarizarlos con una herramienta de comunicación tan usada y que será tan necesaria para su vida futura como el email. Es gratuita y puede descargarse en la App Store.

Este post fue publicado originalmente por mí en Bitelia.

 

Rajoy de los Viernes Negros

Todos los viernes de España
Se tiñen de terror negro
En Consejo de Ministros
Se anuncian días fuleros
Ya hay desahucios y mendigos
Y mucha gente en el paro
Cada finde es un martirio:
más recortes anunciados
Muchos salen a la calle
Sin modular la protesta
Y parece que molesta
Que la gente no se calle
Rajoy de los viernes negros
Y su séquito siniestro
Quieren aún más ajustes
Para alumnos y enfermos
Y aquellos viernes que antes
Eran días esperados
Hoy son días muy temidos
Por trabajadores vasallos
Dicen que un viernes Catrina
Pasó a mirar lo que había
Y al Consejo de ministros
Entró toda decidida
Estaba Rajoy hablando
Diciendo puras insidias
Diciendo las mismas cosas
Que hace unos meses decía
Diciendo todo lo contrario
Que dijo que no diría
Y excusándose a su vez
De hacer cosas que no haría
La Calaca miró fijo,
alzó su huesudo dedo
Y se piró dando un grito:
¡A ese ni loca lo llevo!

***

Las calaveritas literarias son versos que se escriben tradicionalmente en México para el Día de los Muertos, 2 de noviembre, y consisten en escribir unos versos hablando de la Muerte ironizando lo cotidiano y normalmente «matando» a algún personaje o persona, conocida o desconocida. Esta es la primera vez que escribo una, y aunque no me animé a matar a nadie, creo que bastante cerca estuve.

México

«Tengo que escribir un post sobre México», dije de la manera más ilusa cuando aún no me había dado cuenta de que México ha dejado de ser un país para ser una de las experiencias más intensas en 2012, y que ya no podría escribir sobre eso sin contar cómo ahora México ha pasado de ser una ciudad de la que me hablaron muchas veces para convertirse en un momento de mi vida que sigue creciendo conmigo, una cultura que me ha abrazado y me ha regalado sus tradiciones y sus Catrinas y sus picantes.

«Tengo que escribir un post sobre México», dije de una forma que ahora suena soberbia, como si me creyera capaz de meter todo lo que significa México en un post, como si pudiera verterlo allí y seguir con otros temas. O peor aún, como si necesitara escribirlo para no olvidármelo.

México me recordó por qué amo Latinoamérica. Me postré ante su Piedra del Sol, y entendí en un segundo siglos de libros de Historia. Atesoro una anécdota para el descubrimiento de cada uno de sus sabores, una historia para cada uno de sus símbolos; y tengo muchos recuerdos que no sirven a nadie pero que me han enseñado a mirar México a través de los ojos de quienes me mostraron cada piedra, cada frase, cada leyenda, cada plato, cada palabra nahuátl.

Tengo una historia de amor con sus calaveritas, con Mictecacíhuatl, la señora de la muerte, con Quetzalcóatl y sus huellas en aquellas pirámides. Tengo conmigo los silencios de los bosques de Chapultepec y una ristra de confesiones hechas ante unos mezcales. Su gente, sus sonrisas y sus palabras.

México me hechizó y me envenenó con su comida, con sus encantos hechos mole, cochinita pibil, salsas verdes, chilaquiles, sopas de tortilla y sus zumos, sus tamarindos y su agua de flor de Jamaica. Morí y nací en México.

¿Por dónde empezar?

México desde el aviónLobbySopa de tortillaChilaquilesEntre letras
Condesa DFFlauteríaYo <3 MEXTaquería
México de nocheBosques de ChapultepécBosques de ChapultepécMuseo de Antropología
Segundo Simposio Internacional del Libro Electrónico en españolSegundo Simposio Internacional del Libro Electrónico en españolJugo de tamarindoJugo de tamarindoSopa de tortilla

México DF, a set on Flickr.

Herramientas para proyectar tweets en un evento

Uno de los mejores usos que podemos hacer de Twitter en un evento es el de usarlo como backchannel, así podemos escuchar todo lo que están comentando no sólo los asistentes sino también las personas que no están físicamente allí sino siguiéndolo desde otros lugares. Esta dimensión del evento es algo que nadie quiere perderse y una práctica que suele funcionar muy bien es tener una o varias pantallas que recojan permanentemente en tiempo real todos los tweets con determinado hashtag o usuario.

A todos nos ha pasado en una conferencia ver que algunos están mirando su Twitter y comentando lo que ahí se dice, mientras los ponentes o quienes moderan no tienen acceso a sus dispositivos y se pierden gran parte de lo que opina el público de su charla. Esta desconexión entre ponentes y asistentes hace que el panel se despegue de la realidad y que empiece a ser más interesante lo que se dice fuera que en la mesa. Sin embargo, es fácil de resolver mediante una pantalla estratégicamente situada que muestre Twitter a todos los presentes y conecte a público, ponentes y audiencia remota.

Twitter-en-evento

Para eso es necesario tener a mano alguna herramienta que permita desplegar esta cascada permanente de tweets, y si es posible, varias para probar y elegir la que más nos convenga, o tener varias configuradas por si uno de estos servicios no está disponibles o dan problemas el día del evento. Algunas de las que existen son:

Tweetwallpro

Un equipo belga lanzó hace 2 años una de las herramientas más convenientes y usadas para desplegar Twitter en pantallas en eventos: Tweetwallpro. De las que tienen versión gratuita, es la que más posibilidades de configurar el contenido nos ofrece y los resultados son bastante buenos, porque logran una visualización donde es fácil seguir la conversación y también atractiva a la vista. Nos da la posibilidad de elegir una animación en la que los tweets se despliegan de uno en uno o como una cascada. Podemos configurar el contenido con un hashtag o por medio de una lista, haciendo una para las personas cuyos tweets queremos mostrar, evitando tener que pedirles que agreguen el hashtag. También existe la posibilidad de moderación automática y manual en vivo. El servicio es de pago pero tiene una versión gratis durante 24h con anuncios de TweetWallPro cada 5-10 minutos.

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Another tweet on the wall

Another tweet on the wall es una de las más simples de configurar porque simplemente requiere que pongamos un hashtag para comenzar a visualizarla, aunque también es de las que menos opciones tiene. No permite seguir una conversación en su totalidad pero su diseño y animaciones son impactantes y muy atractivas, con un buen despliegue de colores, avatares y tweets a toda pantalla.

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Tweetthing

Una opción de pago que permite brandear la visualización a tu gusto es la que propone Tweetthing. La personalización incluye la posibilidad de agregar logos y gráfica en la cabecera, la barra lateral y el fondo. También se puede seleccionar los colores del texto y los enlaces. En cuanto al contenido, podemos configurar una búsqueda por palabras, frases, o hashtags y /o por localización. Permite moderación en la que se incluye la opción de banear determinadas palabras. Al final del evento o después de un tiempo podrás generar unreporte en PDF de las secciones activas.

Tweetthing

Twitterwall.me

Twitterwall está pensado para quienes necesitan seguir específicamente un hashtag durante un evento. Podemos personalizar el fondo con la imagen que elijamos, dándole una URL de esa imagen. No es mucho más configurable pero es una opción rápida de poner en marcha.

twitterwall

Wiffiti

Wiffiti despliega los tweets en una especie de tablero que se mueve y donde cada tweet invade la pantalla por un momento, haciendo que no sea muy fácil seguir toda la conversación, pero puede ser un buen recurso para eventos o ambientes donde la gente se mueve, porque llama la atención visualmente.

Este artículo fue publicado por mí originalmente en Bitelia.

Cómo quitar el DRM a cualquier ebook

Experiencias como la de Linn, la usuaria que de repente vio toda su biblioteca de Amazon borrada, sin tener ni siquiera una explicación por parte de la compañía, reabren el debate sobre el DRM, aquel cerrojo invisible que nos recuerda que en Amazon y otras tiendas de ebooks no compramos los libros sino que los alquilamos, sin que estén bajo nuestro completo control.

Soy una fan declarada de toda tecnología y movimiento que permita que los libros se digitalicen y se distribuyan, y de que los autores que lo quieran reciban un pago por sus ventas digitales. Compro todos los meses libros en Amazon y hace varios que vengo intentando ponerme un límite para no salirme de presupuesto. Adoro ver que cada vez aparecen más autores y más obras disponibles online. A todo escritor que conozco lo primero que le pregunto es cómo puedo conseguir su libro en internet y si aún no lo ha hecho, intento convencerlo de que publique en digital. Leo en Kindle, en iPad, en iPhone y en mi MacBook, todos dispositivos con sistemas bastante cerrados pero que me dan una buena experiencia de uso, por la que pago con mucho gusto.

Pero el sistema del DRM nunca me ha parecido bien implementado, porque quita totalmente el control a los lectores por algo que han pagado a precios más cercanos a la compra que a un alquiler. Si quiero prestarlo a un amigo, si quiero que lo pueda leer alguien de mi familia, si quiero guardarme una copia para que no me suceda lo que a la pobre Linn no tengo otra opción que quitar el DRM a mis ebooks. Me puse a investigar opciones y gracias a Antonio Ortiz llegué al blog de Apprentice Alf, donde encontré algunos datos sobre el tema. Traducidos y ordenados, quedan aquí en esta guía para quitar el DRM a tus ebooks sean cuales sean sus formatos y la tienda que te los ha vendido. Antes de hacerlo, tienes que ser consciente de que esto va muy probablemente en contra de los términos y condiciones que tienen las tiendas que venden libros con DRM y lo que pueda ocurrir queda bajo responsabilidad de cada uno.

Qué es el DRM

Según sus siglas, Digital Rights Management, el DRM se traduce como la gestión digital de derechos y consiste en tecnologías de control de acceso usadas por editoriales y propietarios de derechos de autor para limitar el uso de medios, obras (ebooks, música, vídeos, etc.) o dispositivos digitales. Su uso es polémico. Entre sus detractores, por ejemplo, se encuentra la Free Software Foundation que sostiene que el uso de la palabra rights (derechos) es engañosa y que los poseedores de derechos de autor utilizan estas restricciones en formas no cubiertas por las leyes existentes.

El DRM controla qué dispositivos puedes usar para leer tu ebook y no deja que lo conviertas de un formato a otro. Dependiendo del tipo de DRM también puede ser que limite el ebook a un solo dispositivo, por lo que si quieres leerlo en otro deberías descargarlo otra vez. Otros esquemas requieren que autorices en su web cada nuevo tipo de dispositivo en el que quieres leer tu ebook.

Hay varios tipos de formatos de DRM y también son varios los procedimientos para quitarlos. La forma más simple para quitar la mayoría de tipos de DRM (excepto el que utiliza Apple) es con Calibre, e instalando los plugins «no oficiales» que vienen para esto.

ePUB, PDF, formatos de Kindle y otras tiendas

Calibre no puede por sí mismo quitar el DRM de los ebooks pero otros han desarrollado algunos plugins que sí lo permiten. Para poder hacerlo es necesario que puedas acceder a tus ebooks, ya que si no puedes verlos en tu lector, tampoco podrás quitarle el DRM.

Los plugins disponibles permiten quitar el DRM de los ebooks comprados en Kindle, Barnes&Noble, cualquier otros ebooks que utilicen el DRM de Adobe Digital Editions y los antiguos ebooks en Mobipocket y eReader.

Quitar el DRM a tus ebooks con Calibre (cualquier sistema operativo)

  • Bajar e instalar la última versión de Calibre para tu sistema operativo.
  • Bajar el zip que contiene los scripts para quitar el DRM. Puedes buscarlos en google como “tools_v3.2.zip”.
  • Ejecutar Calibre. En Preferencias seleccionar: «Change calibre behavior». (No hagas click en «Get plugins to enhance calibre», esa opción está reservada para los plugins oficiales de calibre).
  • Click en Plugins (debajo de Advanced)
  • Click en el botón grande «Load plugin from file»
  • Ir hasta la carpeta de las herramientas que descomprimiste en el paso 2
  • Abrir la carpeta «Calibre_Plugins»
  • Seleccionar uno de los archivos zip en esa carpeta
  • Clic en «Add» (también puede ser: «Open»)
  • Clic en el botón de «Sí» que aparecerá en el aviso de advertencia. Aparecerá un mensaje confirmándote que el plugin se ha instalado.
  • Repite los pasos del 5 al 10 para cada archivo de plugins en la carpeta «Calibre_Plugins»
  • Ahora hay que configurar los plugins dependiendo de los que necesites configurar y de la información que necesitas poner dependiendo del tipo de ebook que tengas.

Para configurar cada uno de los plugins debes buscarlo en la lista de plugins, seleccionarlo y hacer clic en «Customize Plugin Button». En la ventana que se abre debes introducir la información necesaria para cada uno de los formatos o readers:

Amazon Kindle (AZW, AZW1): Si tienes ebooks que fueron descargados en tu Kindle debes poner el número de serie de tu lector en ese campo del plugin K4MobiDeDRM. Quita cualquier espacio entre las cifras y si necesitas poner más de un número de serie, sepáralos con comas (no con espacios). El número de serie de tu Kindle lo encuentras detrás de los Kindle o en el Menú > Settings al final. [Actualización: esto ahora está en el menú en «Device Info»]

Amazon para PC o Mac: Teniendo Calibre y el complemento instalado en el mismo ordenador que los programas originales, no es necesario hacer más, ya que los complementos tomarán lo que necesiten para hacer la conversión.

Adobe ePUB o Adobe PDF: Con tener Calibre y el Adobe Digital Editions instalado y autorizado en el mismo ordenador es suficiente.

Barnes & Noble ePUB: Debes poner tu nombre (no tu dirección de email) y el número completo de la tarjeta de crédito en el campo que te muestra el plugin Ignoble Epub DeDRM. El nombre y el número de la tarjeta de crédito deben ser los que se especificaron como parte del código de desbloqueo de la tarjeta de crédito en tu página de Nook Library. Separa el nombre del número con una coma y no pongas espacios entre las cifras del número de tarjeta o antes o después de la coma.

Mobipocket ebooks (PRC): Debes poner el PID que pusiste en el sitio web donde lo compraste, o el PID de tu instalación del Mobipocket Reader en el campo para ello del plugin K4MobiDeDRM. El PID estará compuesto de 10 cifras y letras, con * o $ como el octavo caracter, suele estar en las opciones de la tienda donde se compró y cada dispositivo tiene uno diferente. Si tienes más de un PID, pon todos separándolos con comas (sin espacios).

eReader de Barnes & Noble o de otras tiendas: En la configuración del plugin eReader PDB 2 PML metemos el nombre y los 8 últimos dígitos de la tarjeta de crédito con la que se ha comprado, sin poner espacios en blanco.

1. Pulsar Aplicar y cerrar las Preferencias.

Una vez hecho todo esto, hay que agregar el ebook a Calibre y la versión sin DRM será importada en la base de datos de Calibre. Es importante saber que la quita del DRM sucede solamente en el proceso de importar, por lo tanto si ya tenías importados libros con DRM deberás quitarlos de Calibre y reimportarlos.

Quitar el DRM con DeDRM en Mac OS X

Los usuarios de Mac OS X 10.5 y 10.7 que no quieran usar Calibre pueden usar una aplicación que se encuentra dentro de la carpeta del zip del punto 2 anterior, llamada DeDRM. Hay que abrir la carpeta llamada DeDRM_Aplications y ejecutar la aplicación. Puedes quitar el DRM de cada ebook haciendo clic en el botón «Select Ebook…». Para quitar el DRM de varios ebooks o carpetas de una sola vez, sólo tienes que arrastrar y dejarlos caer en la aplicación cuando no está siendo ejecutada.

Quitar el DRM con Python en Windows

Hay una opción para los usuarios de Windows que no usan Calibre pero necesitan instalar Python y PyCripto para usar la aplicación DeDRM_WinApp u otras. Para instalarlos, hay más información en el blog de Alf Apprentice.

Fairplay, el DRM de Apple

La única herramienta disponible para quitar el sistema de DRM de Apple es Requiem, mantenida independientemente por Brahms. La última versión en septiembre de 2012 es 3.3.5 y sirve para iTunes 10.5 y superiores, tanto en Windows como en Mac OS X.

Requiem tiene un sitio web Tor: http://tag3ulp55xczs3pn.onion, es decir que para bajarlo de ahí necesitas instalar Tor. Pero si no te importa mantener tu anonimato, también puedes bajarlo desde los siguientes enlaces:

Aplicación Requiem para Windows: http://www.datafilehost.com/download-b015485b.html
MD5: 954f9ecf42635fae77afbc3a24489004

Aplicación Requiem para Mac OS X: http://www.datafilehost.com/download-50608ba6.html
MD5: 4e7dc46ad7e0b54bea6182c5ad024ffe

Código fuente para Requiem: http://www.datafilehost.com/download-af8f91a1.html

MD5: e175560590a154859c0344e30870ac73

Si Requiem te da problemas, puedes contactar directamente con Brahms a través de su web en Tor.

Es importante que sepas que estas herramientas no «crackean» el DRM. Simplemente permiten que el dueño del ebook (y sólo él) use la información que se encuentra en la clave de encriptación que se encuentra guardada en alguna parte de su ordenador o dispositivo para descifrar el ebook de la misma manera en que el software oficial.

Foto: pamhule, Kristina Schuster, shiftstigma.

Este post fue publicado originalmente por mí en Bitelia